El Misterio de Marie Rogt
Publicado en Sep 02, 2012
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Promediaba el año 1841. Era un diáfano día de verano cuando encontraron flotando en el río Hudson, New Jersey, el cuerpo de una mujer llamada Mary Cecilia Rogers, de apenas veintiún años. Obviamente, el caso produjo gran revuelo y de inmediato empezaron las investigaciones. Las primeras sospechas cayeron sobre su casero, en cuya compañía, era habitual verla algunas tardes. Anderson (así se llamaba el casero, carecía de coartada para aquel día, pero pronto se redimió de los ojos querellantes cuando los acusadores comenzaron a escudriñar a David Payne, comprometido con la infortunada joven. Payne aunque confesó haberla visto esa misma mañana en que desapareció pero negó ser el culpable. Poco tiempo más tarde se quitaría la vida en el mismo lugar donde supuestamente había asesinado a su novia, dejando una misiva auto-inculpándose. Pero la policía no creyó en la nota: Payne siempre tuvo una buena coartada. Así las cosas las investigaciones siguieron su curso Uno de los fervientes lectores de la prensa e interesados en la resolución de este misterioso caso era el mismísimo Edgard Allan Poe, que contaba con apenas treinta y dos años en aquel tiempo. Había escrito ya “Los crímenes de la calle Morgue” y creado a su Inspector Dupin y, fundándose en el crimen de Mary se puso a bosquejar algunas ideas en el papel Sin embargo, promovió algunos cambios respecto de la historia real : Mary Rogers sería Marie Rogêt, Nueva York no fue mas Nueva Cork, paso a ser Paris y el río Hudson lo transformó en el Sena. Volcar aquellos primeros bosquejos de “ El Misterio de Marie Rogêt” le sirvió a Poe para efectuar n análisis riguroso y pormenorizado de todos los testimonios y pruebas que había del caso. Ahora bien, no llegaba a nombrarlo por el nombre propiamente dicho, sólo decía de él que era un hombre moreno. Cuando el relato fue publicado, empezó a correr un rumor como reguero de pólvora: Poe sabía demasiadas cosas, y dado que había hilvanado maliciosamente bien los hilos y puesto que visitaba frecuentemente Nueva York, era él tal vez el responsable del salvaje crimen Poe llevaba una vida compleja y su reputación no lo ayudaba mucho Casi todo el tiempo estaba al cuidado de su esposa enferma de tuberculosis, pretendía superar su alcoholismo y su apego a las drogas y su economía marchaba a los tumbos. No se debe perder de vista el hecho que sus personajes eran sombríos y hasta macabros y hasta se entregaban a sus bajos instintos, lo cual parecía reflejaba el lado oscuro del carácter de Poe. No debe pasar inadvertido el hecho que antes de la tercera  entrega (se publicó de tres veces entre noviembre de 1842 y febrero de 1843), Poe alterara ciertos datos ajustándolos aun más a la realidad. Dos años mas tarde, y con el propósito de reflotarlo nuevamente a la luz pero esta vez como libro, realizó aun más variantes: Marie Rogêt había perdido la vida como resultado de un segundo y desastroso aborto llevado adelante también por el “oficial” moreno. Finalmente, eso es lo que terminó creyéndose que le pasó a Mary Rogers, que falleció después de una intervención quirúrgica mal realizada que la llevó a la muerte El crimen jamás llego a resolverse. Marie apareció flotando en el río y según el cuento "El rostro estaba atiborrado de sangre coagulada, parte de la cual salía de la boca. Los tejidos celulares no estaban pálidos. Alrededor de la garganta se advertían contusiones y huellas dactilares. Los brazos estaban flexionados sobre el pecho y rígidos. Mientras la víctima exhibía involuntariamente la mano de derecha cerrada; la izquierda, podía verse abierta solo en parte. En la muñeca izquierda había dos rasponazos circulares, supuestamente producidos por cuerdas o tal vez por una cuerda pasada más de una vez. Parte de la muñeca derecha aparecía también muy lacerada, al igual que toda la espalda y especialmente los omoplatos. El cuello se lo veía sumamente hinchado. No se observaba ninguna herida, ni magulladuras que provinieran de golpes. En torno del cuello se halló un cordón atado con tanta fuerza que porque estaba incrustado en la carne, no se lograba distinguirlo; había sido amarrado con un nudo instalado exactamente debajo de la oreja izquierda. Solo esto hubiera sido suficiente para provocar la muerte. El testimonio médico dejó expresamente establecida que la occisa había sido victima de una violencia salvaje. Al ser encontrado el cuerpo se hallaba en tal estado que resultaba imposible su identificación por parte de sus allegados más estrechos. Las ropas de la víctima aparecían en completo y desorden y llenas de desgarrones y en desorden .La bata que Marie llevaba bajo el vestido era de fina tela; una tira de dieciocho pulgadas de ancho había sido separada por completo de esta prenda, de manera extremadamente esmerada y regular. Dicha tira apareció alrededor del cuello, y aunque no estaba pero no apretada, y había sido asegurada con un nudo finísimo. Sobre la tira de muselina y el cordón había un lazo proveniente de una escarcela, que aún colgaba de él. A lo largo de la historia, las evidencias principales que encontramos a lo largo de la historia se resumen en dos: “el cuerpo tenía puestas todavía algunas joyas" y "el cadáver no había sido sometido a ningún lastre con tipo de peso alguno para hundirlo post mortem en el fondo del Sena".
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Foto del autor Fernando Rafael Pineda
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Descripción

Palabras Clave: Misterio crimen muselina joyas Sena

Categoría: Ensayos

Subcategoría: Anlisis



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