Justine o Los Infortunios de la Virtud
Publicado en Sep 04, 2012
Donatien- Alphonse- Francois de Sade, mas conocido en el mundo de la literatura y en la historia como Marques de Sade, es autor de Justine o los infortunios de la virtud. La primera versión fue escrita en 1787 y años después - en 1791 y 1797 se editaron dos versiones diferentes de la novela. Se trata una de las obras más relevantes y prestigiosos de su autor, junto con Los 120 días de Sodoma y La filosofía en el tocador.. La obra fue escrita por el marqués de Sade durante una de sus extendidas permanencias recluido, hecho prisionero, en la Bastilla. La publicación de Justine o…Los Infortunios de la Virtud provocó un enorme escándalo y despertó las más mordaces críticas. El Marqués de Sade fue calificado de “autor infame de novelas detestables”. Aunque se publicó clandestinamente y el marqués juerguista Sade siempre encargó de negar su autoría, fue Justine la principal razón para que se le internara para siempre en diferentes instituciones sanitarias acusado de “demencia libertina”.Como en la mayoría de las obras del marqués mujeriego Sade, pueden observarse por un lado, un gran numero de escenas de violencia sexual; por otro, los argucias de aquellos personajes que participan de esta violencia, justificándola. No pocos analistas de la obra de Sade han pretendido ver en las demostraciones de estos personajes el pensamiento del propio Sade, un sistema filosófico y político basado en el materialismo ateo de la Ilustración francesa, enfrentado a las ideas de Jean-Jacques Rousseau sobre la bondad inherente del ser humano. En Justine o Los Infortunios de la Virtud, Sade echa mano a la protagonista para representar la virtud y exteriorizar su pesimista proposición según la cual, la virtud es invariablemente aplastada por el vicio; en tanto el desenfreno, libre de valores y principios, cobra preeminencia y prospera. Sustentado en esa idea el marqués de Sade, en la introducción, se preocupa por aquellos que no contando con una formación moral sólida puedan llegar a concluir que es mejor, más provechoso, practicar el vicio y no la virtud. Sade se apoya en la obra de la fórmula del narrador docto, que comenta el progreso de la trama, extrae conclusiones y persuade al lector recurriendo la segunda persona del plural. Justina nos introduce en la vida desdichada de Justine, una jovencita a la que la naturaleza ha concedido de un irrefrenable impulso hacia la virtud, pero al perder a los padres, después de quedar huérfana, se enfrenta a un mundo lleno de juerguistas. Ella y su hermana Juliette se ven forzadas a buscarse la vida de cualquier manera, pero mientras que Juliette, inclinada sin disimulos al vicio, resuelve prostituirse, y a través de ese oficio, alcanzará el éxito y la respetabilidad, la buena de Justine se empecina, contra viento y marea, en querer llevar una vida llena de virtuosismos. Juliette ha contraído matrimonio con la esposa de un destacado personaje, y Justine se encuentra completamente desvalida. Es Justine quien le cuenta a Juliette sus desventuras en primera persona: cómo, por su inclinación a la virtud, fue una y otra vez ultrajada, sin encontrar nunca la tranquilidad que tanto anhelaba . El relato de Justine ocupa gran número de páginas del libro. Casi en el final, Justine, es reconocida por Juliette, quien se resuelve a socorrer aunque, poco después, la pobre Justine pierde la vida tras ser alcanzada por un rayo, y nunca puede disfrutar de gozar de la vida tranquila que su hermana estaba decidida a brindarle. El Marqués de Sade le brinda al lector un final convenido: la muerte de Justine no debe resultar inútil. En la introducción adelanta el plan de la obra: es primordial señalar que los ejemplos de virtud infortunada propuestos a un alma corrompida, en la que subsisten sin embargo unos cuantos buenos principios, pueden restituir esta alma al bien con tanta certidumbre como si se le hubiera expuesto en el camino de la virtud los premios más brillantes y las más aduladoras recompensas. Y de acuerdo con ese plan, Juliette, perturbada por los infortunios de su hermana Termina por comprende la grandeza de la virtud y, reformándose, se resuelve a llevar una vida piadosa Entonces se concluye, poco convincentemente, en el último párrafo de la novela que la virtud de Justine ha de encontrar su propia recompensa en el más allá. La propia trama y las ideas expuestas en la novela son considerablemente radicales para su tiempo, con enérgicos críticas a la organización social y a la religión. La aspereza de sus críticas contra el régimen establecido y las posibles alusiones a omnipotentes personajes de la época –sumado a la codicia de sus familiares, que deseaban quedarse con su patrimonio- no hicieron más que ocasionar la reclusión de por vida del marqués de Sade (el marques libertino)Justine simboliza la virtud que con una insuficiente inteligencia debe enfrentarse a las artimañas del vicio y, contrariamente a lo que cabría esperar, en lugar de ser premiada por defender su virtud, lo que recibe es toda clase de humillaciones. Por el contrario, los desenfrenados que la maltratan acaban siendo recompensados con toda clase de cortesías.Si dejamos a un lado su contenido (valioso, por otro lado) como novela erótica, nos encontramos nuevamente ante una suerte de relato alegórico. Una mujer violentada y sojuzgada por la sociedad a la que pertenece. Para el Marqués de Sade, la maldad es privativa del hombre y, además, premiada. La virtud no tiene lugar en el mundo de los hombres y solo puede verse recompensada en el más allá
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