Cuentos de la Selva
Publicado en Sep 04, 2012
El ambiente natural de la selva misionera, en Argentina, es el escenario de estos ocho espectaculares relatos infantiles, que entremezclan en la narración elementos reales y fantásticos. Las apasionantes y originales historias de Cuentos de la selva son, a no dudarlo, un clásico de la literatura latinoamericana. El escritor Horacio Quiroga es el autor de este magnífico libro de cuentos, redactó estos cuentos para sus hijos, y a poco de publicarlo, el libro obtuvo éxito tanto en niños como en adultos. Los ocho títulos que completan Cuentos de la Selva son: La abeja haragana, historia de dos cachorros de coatí y de dos cachorros de hombre, las medias de los flamencos, la tortuga gigante, el paso del yabebirí, el loro pelado, la guerra de los yacarés, la gama ciega. Además de disfrutar con la increíble capacidad narrativa del autor, adentrarse en la lectura de estos relatos nos ayuda a conocer el paisaje propio del noroeste argentino: la selva tropical y la flora y fauna original de la región. Los protagonistas trascendentales de estas hermosas historias son tanto los animales como los humanos. El libro formula un concepto ecológico que habla especialmente del respeto a la naturaleza y todos los seres vivos que viven en ella. Los personajes de los animales se presentan a semejanza del humano por el autor para que las historias alcancen el objetivo ecológico que se proponía Quiroga para los adultos lo más relevante de estos cuentos es poder apreciar todo el talento narrativo del autor, que alcanza su cenit cuando se detiene especialmente en la peculiaridad de las descripciones y en el consumado manejo de la realidad y la ficción. Cuentos de la Selva son historias llenas de enseñanzas y mosaicos de situaciones entretenidas, conmovedoras, divertidas y tristes casi al mismo tiempo y es también, un libro imperdible, verdaderamente bien escrito y sirve para conocer y comprender el ambiente natural de la selva en todo su esplendor. Horacio Quiroga es un escritor uruguayo radicado en la Argentina. Estuvo potentemente Influenciado por las obras de escritores como Edgar Allan Poe, Rudyard Kipling y Guy de Maupassant. Era dueño de un género literario personalísimo, que se puede valorar en sus narraciones, donde se mezclan casi permanentemente el espanto, la muerte, el sufrimiento, la consternación y la naturaleza, Quiroga era dueño de una imaginación deslumbrante. Su narración está fundamentalmente inclinada hacia el género fantástico. Durante muchos años vivió en la selva misionera argentina, en un lugar próximo a las famosas ruinas jesuíticas, Iviraromí, experiencia que sirvió para volcarle en su creación literaria. Durante su permanencia en esta zona de Argentina consagró parte e su tiempo también a la plantación de yerba mate y naranjas. En el año 1903 acompañó al también escritor Leopoldo Lugones en un viaje por la provincia de Misiones donde despuntó el arte la fotógrafo. Un número importante de tragedias en su vida, sellaron su obsesión con la muerte, que está forjada en muchos de sus trabajos: Su padre el famoso caudillo Facundo Quiroga perdió su vida cuando se le escapó un tiro de su escopeta accidentalmente, cuando el futuro escritor apenas tenía contaba con dos meses de vida. Más tarde, dos de sus hermanas Prudencia y Pastora murieron tras sufrir largo tiempo a causa de fiebre tifoidea. También fue testigo del suicidio de su padrastro Ascencio Barcos que resolvió ponerle fin a su vida tras el desconsuelo que le provocó una parálisis cerebral. El trágico fin de su primera esposa Ana Maria Cirés con quien estuvo casado desde el año 1910 también selló la vida y la obra de Horacio Quiroga. La extensa obra de Horacio Quiroga se sustenta principalmente de cuentos pero también es el artífice de varias novelas, poesías, relatos y obras teatrales. Aunque es famoso por sus dotes de formidable cuentista , Quiroga empezó su carrera literaria con Los Arrecifes de coral, un libro de poesías publicado en el año 1901. Entre las obras más sobresalientes podemos nombrar también a Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917), Cuentos de la selva (1918), la obra teatral Las sacrificadas (1920) La gallina degollada y otros cuentos (1925) y Los desterrados (1926). Durante su vida frecuentó a grandes y numerosas amistades en el ámbito literario como el ya nombrado Leopoldo Lugones, la poetisa argentina Alfonsina Storni con quien también sostuvo una relación amorosa y también se relacionó con el historiador y escritor Ezequiel Martinez Estrada, con trabó una fuerte amistad En el año 1927 Quiroga volvió a contraer matrimonio Su nueva esposa era una joven treinta años menor que él y como consecuencia de ésta unión la pareja tuvo una hija. Las tragedias acompañaron al escritor Horacio Quiroga aún después de su muerte ya que su hija Eglé, se quitó la vida también, un año después de la muerte del escritor. Su hijo, Darío Quiroga haría lo mismo en 1952.. Los animales aparecen humanizados por una gran energía expresiva, frases justas acompañadas de imágenes plásticas certeras. A no dudarlo, “Cuentos de la Selva” fue una especie de reconocimiento del hombre a los animales, y por otro lado también se manifiesta la lucha de los animales contra la hecatombe del hombre, pero exhibiendo valores como la amistad y la solidaridad
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