El Decamern
Publicado en Sep 05, 2012
El Decamerón es un libro compuesto por cien cuentos, algunos de ellos novelas breves, concluido por Giovanni Boccaccio en 1351, alrededor de tres temas: el amor, la inteligencia humana y la fortuna.Para relacionar estas cien historias, Boccaccio recreò un marco de referencia narrativo o cornice narrativa. Se inicia el relato con una descripción de la peste bubónica (la epidemia de peste negra que sacudió Florencia en 1348, ), lo que motivo a un grupo de siete jóvenes mujeres y tres hombres florentinos por huir de la plaga a refugiarse en una villa en las afueras de Florencia. Emplazados allí, convienen en la necesidad de reunirse por las tardes a la sombra de una fresca arboleda en el jardín, para relatar breves historias que ahuyenten sus preocupaciones y les sirvan de agradable y alegre esparcimiento, olvidando así la angustia del momento. Las historias no son íntegramente imaginación de Bocaccio, sino que acopian parte de la cultura oral italiana, con correlatos de orígenes franceses y latinos. Lo profano recobra una gran trascendencia ya que los protagonistas son seres tangibles y rudimentarios, con sus fallas y sus carencias. Al mismo tiempo, hay una ausencia de crónicas místicas o fantásticas. La Iglesia Católica llegó a considerar la lectura de este libro como un pecado, seguramente por la inconveniencia que se le imputa a la coexistencia de hombres y mujeres en un ambiente paradisíaco donde Eros dios del amor, se desarrollaría íntegramente caracterizando sus relaciones con la sensualidad y el placer, tanto físico como intelectual. Sin embargo el destino le reservó a Bocaccio un vuelco en la vida que le haría maldecir de su obra más famosa a favor de una vida consagrada a la piedad: la muerte de su amigo Petrarca marcaría un brusco cambio en su actitud, hasta ese momento le había prestado poco interés a lo religioso. Pese a su fuerte animadversión durante la última parte de su vida, este libro lo convertiría en el precursor de la prosa italiana. Las reflexiones sombrías de los primeros pasajes, saturadas de enfermedad y muerte, contrastan de forma fulgurante con la fuerza del primer día, transcurrido entre discusiones amables; los juegos y confabulaciones rubrican las historias de aventura y desesperanza narradas los días segundos y tercero. La relevancia del Decamerón gravita en gran parte en su muy esmerada y mundana prosa, que recreó un modelo a remedar para los futuros escritores del Renacimiento, pero también en haber formado el molde genérico de la futura novela cortesana, no sólo en Italia a través de los llamados novellieri (Franco Sachetti, Mateo Bandello, Gerardi Cinthio etc.) El Decamerón es una obra distintiva, que refiere minuciosamente las consecuencias físicas s, psicológicos y sociales que la peste bubónica ejerció en esa parte de Eurpa. Los personajes de Boccaccio son seres normales, imperfectos y despojados de cualquier valor noble, caballeresco o cortés; por el contrario sobresaldrán los ladrones, mentirosos e infieles, y la socarronería de los mismos para triunfar en las situaciones referidas; a diferencia de la vieja concepción medieval donde el protagonista o héroe de la historia poseía facultades innatas a su ser, como la belleza o la fuerza, y relacionadas siempre a la nobleza y la divinidad. Finalmente, el fuerte sentido anticlerical de las historias de Boccaccio hace pensar en las épocas que vendrán más adelante, donde los ideales feudales y cristianos serán atacados por las nuevas concepciones que sitúan al hombre como centro del mundo .Toda la obra de Boccaccio es temáticamente medieval en la forma y el gusto; el evidente dualismo de virtud y fortuna surge de las raíces del sentimiento y el pensamiento renacentistas; por ejemplo, si el hombre verdaderamente desea ser noble, debe aceptar la vida tal como es, pero sin aflicción; y ser responsable y consecuente de sus actos. El Decameron es un libro que contiene otros libros. Dentro de él, siete mujeres y tres hombres, huyendo de la peste negra que flagelaba a Europa, narran cien historias en forma de cuentos, algunos de los cuales son sumamente extensos. El título de la obra se origina en este pequeño trabajo literario que los jóvenes llevan adelante (en griego Deka significa diez, y Hèmèra, días) El tema de los relatos es esencialmente pagano,, incluso licencioso. La prosa del Decameron es muy depurada, como un objeto pulido y reluciente que ha sido pacientemente elaborado por el artista. Los sucesos referidos se cuentan con cierto arrebato medieval, del cual Boccaccio no pudo separarse del todo, ya que la mayoría de los cuentos tienen una fuente más arcaica. Sin embargo, y por otro lado, el Decameron se burla del universo medieval, su sonrisa punzante puede observarse en la carencia de aspectos fantásticos y mitológicos dentro de la obra. De hecho, los superhombres del Decameron son todo menos héroes: prostitutas, embaucadores, cleptómanos, adúlteros y una pródiga fauna de personajes repudiados representan el nudo de las narraciones. En gran medida, el Decameron vaticina el ataque contra el orden feudal determinado, donde el hombre común comienza a cobrar sentido dentro de un mundo sombrío y signado por la diferencia de clases. El Decameron sólo pudo escribirse en ese momento, casi cuando concluía la Edad Media (fue terminado en 1351).
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