Muerte en Venecia
Publicado en Sep 07, 2012
Gustav von Aschenbach es un músico y destacado escritor alemán quien buscando renovar la inspiración exhausta resuelve pasar un período de descanso en Venecia. A principios del siglo XX, el compositor hallándose muy delicado de salud y buscando renovar la inspiración exhausta resuelve pasar un período de descanso en Venecia. Aschenbach escapa de su país (posiblemente Baviera), del dolor de haber perdido a su hija y del fracaso de su matrimonio y su última obra. Huye de su mujer, de las discusiones con su mejor amigo intelectual, se aleja de la acritud teutona, en resumidas cuenta se escabulle de su vida. Af ectado por una grave enfermedad, sabe que no le queda demasiado tiempo Sentenciado a una muerte segura, y ya alojado en el hotel, la belleza de un adolescente polaco, perteneciente a la nobleza, despierta en el escritor y músico una irresistible tentación,,, la belleza de Tazio acaba convirtiéndose en objeto de silenciosa adoración para von Aschenbach. Así, el lector es testigo de un escrupuloso retrato del dilema psicológico de Aschenbach, cuya moralidad convenida comienza a ceder bajo el coraje de darle rienda suelta a una pasión prohibida. Dentro de la obra de Mann, no podemos pasar por alto, algunos cuadros descriptivos de la ciudad de Venecia y de sus habitantes se muestran con trazo expresionista, concluyendo los rasgos de un entorno grotesco y decadente que presagian la fatalidad: la epidemia de cólera que avanza sigilosamente, sin prisa pero sin pausas sobre la ciudad de los canales. Insistentemente deambulará examinando la inabordable belleza de Tadzio y de la propia Venecia, zambulléndose en la decadencia de una ciudad que no consiente estar condenada por una epidemia de cólera y al igual que él trata de evadirse de su propio ocaso. Finalmente Aschenbach no tolera un ataque al corazón en la playa, y mientras él se encamina asu inexorable encuentro con la muerte observa como el bellísimo Tadzio se aleja alumbrado por los destellos del sol. No resultaría impropio afirmar que Muerte en Venecia/ Der Tod in Veneding conlleva todas las características deun relato con más de uncontenido autobiográfico. Mann escribió la novela fue en 1912, poco después de concluida una estancia en dicha ciudad, donde justamente se enteró de la muerte de Mahler ocurrida en 1911.. De alguna manera el fallecimiento del compositor habría golpeado a Mann de tal forma, quien decide bautizar a su personaje con el mismo nombre que poseía Mahler y ubica un director de orquesta bohemio en su genealogía materna. Aschenbach, por el contrario, toma su origen en el poeta medieval Wolfram von Eschenbach, uno de los Minnesänger más destacados de su época, conjunción de caballero, trovador, monje y guerrero proveniente del pueblo de Eschenbach en Baviera, dotado de una gran capacidad para la composición y el canto. El nudo de la trama está centrado substancialmente en la irrefrenable atracción de von Aschenbach por el joven Tardío, pasión que parece explayarse mucho más allá del deseo homosexual, para irrumpir en el prodigioso encanto de una búsqueda, arte de por medio, del deleite estético que concede una belleza quasi imperfectible. Ese tesoro artístico tan buscado como inalcanzable invade finalmentesu vida. En esto de simbolizar el encuentro con Tadrio nos imaginamos un atelier sin tiempo en el que Wagner experimenta en el piano las notas para el dúo de Tristán e Isolda, mientras Calderón ensaya el monólogo de Segismundo, Botticelli ensaya matices para el Nacimiento de Venus y Miguel Ángel sustrae al mármol de todo lo superfluo que rodea a la Madonna. Concisas intervenciones que nos ayudan a trazar la genealogía de von Aschenbach, tales como el anónimo de Munich disparador de su necesidad vacacional, el viejo convertido en joven a bordo del barco, el gondolero, la familia de Tadrio, los huéspedes, Saschu y los músicos callejeros. Gran parte de ellos como claros referentes de un mundo ramplón, plenamente alejado de Tadrio, pero no completamente ajeno para von Aschenbach anhelante de alguna manera de poner punto final a esa nefasta connivencia entre mediocridad y decadencia. La alegría transitoria del verano Veneciano no logra contagiar a von Aschenbach. Su atracción irrefrenable por el joven Tadrio, se torna cada vez más desatinado y por momentos lo impulsa a un estado de excitación y descontrol. En cierta medida nos imita aquel dove son giunto que Arrigo Boito pusiera en labios del Otello verdiano. En una curva descendente, sus actitudes no logran dominar la fuerza de lo prohibido y oculto que intenta proferir. Alguna muestra de estoicismo le será útil, no obstante, para proponerse resistir sea como sea ; Tadrio debía permanecer inaccesible quizás por su condición de semi-Dios y tal vez por un cierto aprensión al rechazo y al ridículo o bien al pánico de transitar caminos imposibles de abordar para él. Un cúmulo de vacilaciones y pasiones tan ominosos como aquel cólera amenazador, que finalmente lo lanzarán hacia la desesperación. La muerte que invade a Venecia bien podría sumarlo entre sus víctimas. Muerte en Venecia es en definitiva, una admirable novela breve del Nobel alemán 1957. Conmueve la sensibilidad del protagonista frente al Arte, la vida, sobre cualquier otro ítem, el Amor, que lo llevará a sumergirse en los abismos de sí mismo. Venecia es el pretexto para desarrollar el Yo del artista; en un tiempo de búsqueda, hallazgo y, en definitiva, unión con lo sublime, con lo trascendente.
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