ALTO ANDINA
Publicado en Sep 09, 2012
ALTO ANDINA
Acariciando su espalda Una trenza dorada Que en los campos de trigal Se confunde con la espiga. De las madrugadas el lucero La magia que ahuyenta el frio La deidad de los sueños Que hace palpitar los corazones. Fruto de semillas lejanas Del cielo en sus ojos el azul De las ninfas de los ríos En su espigado cuerpo la escultura. Oh bella alto andina Bajo el sol tu hermosura Tus labios, tu sonrisa Tus sentimientos y emociones. Antes de conocerte Habitabas ya en mis sueños Ahora que te conozco Habitas en mi encendido corazón. Autor: Jorge Luis Cervantes Llauca
Página 1 / 1
|
Jorge Luis Cervantes