El silbido
Publicado en Sep 11, 2012
Tras la puerta de los almacenes viejos cerrados hace tiempo, en el lugar donde la sombra y el polvo bailan bajo la cálida luz del sol, donde no hay nadie, mi hermana Lolita escuchó un ruido. Era algo amable, no eran los gritos de siempre del padre, no eran tampoco las monsergas interminables de nuestra madre, y tampoco era yo y mis burlas crueles como lava sobre su piel adolescente. Era algo amable, agradable de oir. Era sugerente y por eso traspasó el umbral.
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Mnica Silva