Apreciado poeta: Este texto es una total parodia de cuanto obligan, en ocasiones, a que hagamos los escritores cuando, de acuerdo con ópticas limitadas y desfazadas, cometemos alguna imprudencia o decimos algo que no agrada al sujeto de la crítica. ¿Óscar Piedrahita, existe? ¿Es algún personaje de la literatura en algún lugar? No sé por qué lo hiciste. Lo reconozco como juego literario para afrontar alguna situación determinada. También puede leerse como retractación real, y este sentido es más valioso porque comprueba tu generosidad y nobleza al escribir. En mi región existe un columnista de diario que lleva tal nombre. "Irritarse por un reproche es reconocer que se ha merecido", escribió Tácito. Abrazos con olor a cerveza...