El Coronel No Tiene Quien le Escriba.
Publicado en Sep 16, 2012
En 1961 apareció publicada por primera vez una apasionante a la vez que turbadora novela corta de Gabriel García Márquez que se dio a conocer bajo el nombre de “El Coronel no tiene quien le escriba”. A travès de èsta obra, el Nobel colombiano nos cuenta la historia de un coronel que compartía con su esposa, una mujer enferma por mucho tiempo de asma, en una casa donde el entorno y la realidad no eran precisamente las mejores. La pareja no parecía tener màs perspectiva de progreso económico que el que podìa ofrecerles un gallo de pelea cuidado hasta lo imaginable durante varios meses en el hogar familiar nada màs que con el propòsito de poder llevarlo a pelear en enero y ganar en las apuestas. Mientras tanto, la vida del coronel se limitaba a caminar una vez por semana hasta el puerto y visitar la oficina de correo con la quimera de recibir una carta que le permitiese beneficiarse con la pensión de veterano de guerra. Sin embargo, ese aviso parecìa que no llegarìa nunca, razón por la cual el coronel después de convencer a su esposa de invertir el poco dinero que les quedaba en alimento para el gallo, decidiò enviar una carta al gobierno reclamando su pensión. Al no vislumbrar una solución para sus problemas económicos, el coronel tomó conciencia de que ya no le quedaban recursos econòmicos ni para afrontar la enfermedad de su esposa ni para mantener a su animal, razón por la cual se le ocurriò reemplazar el maíz por habichuelas viejas como alimento y resolvió aceptar la propuesta de su compañera de vender un viejo reloj; no habìa para ellos, pertenencia más valiosa. Asì las cosas, el coronel y su enferma mujer empezaron a desprenderse desprenderse casi sin cesar de objetos materiales hasta que el coronel, luego de charlar con su compadre (quien le dice que, podría llegar a recolectar novecientos pesos) se decidiò a venderle el gallo a él, pero pronto Don Sabas se arrepintió y le dijo que, por cuatrocientos pesos, uno de sus clientes se lo terminarìa compràndoselo .A pesar que el médico que se encargaba de controlar la salud de la esposa del coronel le aconsejò no venderlo (intuìa que Don Sabas sacaría provecho de la situación y lo vendería a mayor precio), el coronel aceptò el trato con Don Sabas, quien finiquitarìa el trato después de regresar de un viaje. La decisión del personaje principal resultò forzada, motivo por el cual no sorprendiò que el coronel, tras ver como y de cquè forma entrenaba al gallo, se arrepintièse de la posibilidad de venderlo y lo llevàse de regreso al hogar familiar, aún cuando su esposa le reprochase su actitud. ”El Coronel no tiene quien le escriba” se desarrolla en un pueblo costero sin nombre. Diseminados en el pueblo aparecen todos los personajes: el sinvergüenza doctor, el ricachòn y diabético Sabas; el Padre ángel, que impedía a los ciudadanos ver películas inmorales repiqueteando doce veces la campana de la iglesia; la frustrada esposa del coronel; y el mas importante de todos los protagonistas, el propio coronel. Garcìa Màrquez imaginò al coronel como a un hombre solemne, educado, pero quizá algo idealista. Durante quince años cada viernes, se mantuvo devotamente esperando la llegada del cartero aspirando recibir la pensión de veterano prometida por el gobierno al concluìr la guerra civil.En la indigencia, casi famèlicos por el hambre, y viviendo de la consideración de los demás, el y su mujer habìan sufrido la perdida poco tiempo atràs de su único hijo, quien era el ùnico que los mantenía económicamente; por distribuir información clandestina termino siendo acribillado en la gallera. La única pertenencia que les quedaba de su hijo era su gallo de lucha y un ganador seguro en el próximo combate de enero, aunque para enero aun faltaba tantìsimo tiempo. Para mantener ese potencial ganador de sustento hasta enero debìa ser alimentado,y con creces, pero cuanto mas comìa el gallo, menos podìan comer el coronel y su esposa. El coronel no tiene quien le escriba fue escrita por Gabriel García Márquez durante su permanencia en París, adonde había arribado como corresponsal de prensa y con el poco develado propòsito de estudiar cine, promediando de los años cincuenta, Su lectura supone un paso hacia la economía de palabras, asì el estilo del escritor se hace más puro y transparente. La obra nos habla de una historia de injusticia y violencia: un viejo coronel retirado va al puerto todos los viernes al encuentro de la carta oficial que dé respuesta a la justificada demanda de sus derechos por los servicios prestados a la patria. Pero la patria no brinda respuesta alguna; permanece muda...Un hálito de misterio surca el libro, que aun apenas con solo cien páginas, está envuelto en sombras luminosas. Personajes de la novela latinoamericana contados con los dedos de una mano cautivan tanto como el viejo y maniático Coronel, que terminado el libro vive largo tiempo en la memoria de quien disfruta su lectura. Es una especie de niño portentoso envejecido, chiflado y cuerdo, enternecedor y humano, hechizado y melodramático. . 'El Coronel es una anécdota, pero ante todo un retrato. Un esplèndido retrato de un magnifica obra
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