Quizás la mayoría de nosotros sueña
con cosas similares en escalas diferentes...
 
Guiados inconscientemente por un poder desconocido
y heredado del mismo Dios que nos ideó a su imagen,
buscamos incansablemente la clave
y el secreto de poder ejercer nuestro potencial...
 
Dispersos y acelerados, como hormigas
que huyen de un hormiguero pisoteado...
Tan solo impulsados por nuestra desconocida naturaleza...
 
El sentido universal de la humanidad, es tan solo uno
Pues solo un Dios lo creó.
 
Todos en definitiva, somos un mismo ideal infinito,
creado por gloria y grandeza de un ser
que creyó que el amor sería capaz de unir
lo temporalmente disgregado y dispersado.
 
Pues siempre la voluntad es propia.
 
Mi corazón se llena de éxtasis,
al descubrir que luego de haber sido eterno,
tuvo la posibilidad de enfrentar a una sensible mortalidad
que dé méritos de sellar la existencia contenida,
recibida y materializada.
 
Creo presentir que nuestras ansiedades y pretensiones
hallaríamos la paz y la felicidad,
si fuésemos capaces de recordar
que Dios no crea para matar
y que simplemente somos para siempre...