SILUETAS EN EL CIELO
Publicado en Oct 08, 2012
...y te vi mujer en tu plena desnudez espada en mano, mostrándome los secretos del Tai- Chi y en un giro tan involuntario como inesperado, develaste -ante mis ojos- esa perla humedecida que se oculta temblorosa entre tus femeninos pliegues. Tus movimientos eran armoniosos, vigorosamente suaves, como el aletear de una mariposa. Tu vello púbico distraía mi atención, como la borla de tu ancestral espada distrae la concentración de tus oponentes. Quise, entonces, ser aire para rosar tu cuerpo; anhelé ser recipiente para contener el salitre que resbalaba por tu entrepierna, imaginé ser fuego para alimentarme de toda tu energía y consumirme en la magia de mi sueño despierto. Quedé quieto en una esquina del cuadrangular que contenía el círculo donde tú, sensualmente desnuda te movías; la línea de la circunferencia limitaba tu espacio donde yo, pobre humano, jamás accedería. Sin embargo, en un loco desvarío, pedí al cielo que alguna parte de mi cuerpo se convirtiera en la empuñadura de tu espada y tu mano -con sabiduría y suave destreza- lo balanceara en el aire y gustosa en la calidez de tu vaina, la guardaras hasta que perdiera todo el vigor y las ansias atesorada. Imaginé el acero templado de mi arma tomado por tu mano de sacerdotisa de oriente, y tus dedos, diestros, acariciaran la borla de mi espada y cuando ésta estuviera al rojo vivo, la dirigieras a la cavidad húmeda de tu cuerpo y con una estocada directa la clavaras profundamente entre tus carnes, para mojarla con los fluidos de tus entrañas, robándole un suspiro a tu alma. Diosa de la gran energía vital, aquí me tienes postrado, soñando despierto, visualizando la morbidez de tus carnes y quiero ser ave, grulla, serpiente, para acompañarte en la sinfonía universal de tu danza de oriente, y así, mi dureza conviva con tu suavidad tan amada. Señora del continuo movimiento, aquí estoy por la realidad vencido, no puedo acompasar mi paso a lo vertiginoso de tu vuelo y en un loco afán de tener lo que no es mío, me conformo con imaginarte nube, mil veces desnuda, formando eróticas siluetas en el cielo.
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Battaglia
Hiciste que la temperatura de mis sentidos subiera intempestivamente….. erotismo que nos lleva de la mano a disfrutar cada línea….. deseo sincronizado con la ilusión de poseerla….
Que te digo, maravilloso!!!!!