Amanecí nostálgica, extraño un poco a mis padres. Me gustaría tanto estar con ellos...
Por eso decidí ir al cementerio, voy a llevarles flores; un ramo de mis flores favoritas.
No tengo prisa y es un día muy bonito para caminar. últimamente estoy tan distraída que no me percaté de lo rápido que llegué al campo santo. Ahora que estoy en la entrada veo por primera vez lo grande que es éste lugar, parece una ciudad,una verdadera ciudad de los muertos.
Camino con calma por las calles del cementerio observando melancólica las tumbas que están alrededor de la avenida principal. Apesar de que ha transcurrido un buen rato, me parece raro que en ningún momento he oído voces y tampoco he visto a nadie. Me da la impresión de ser la única persona viva entre miles de muertos.
Seguro que son imaginaciones mías...más adelante a lo mejor me cruce con alguien. Tal vez sea porque la gente suele guardar silencio por respeto a los difuntos o puede ser porque estuve muy concentrada en mis pensamientos y no noté a la gente a mi alrededor.
De todas maneras no tiene importancia....
Ya ha pasado mucho tiempo y por más que camino, no consigo encontrar el sector en donde están sepultados mis padres.¿Me perdí? ¿habré pasado de largo sin darme cuenta?, piensa Irene, piensa, ¿dónde debería estar la tumba que busco?
Estoy tratando de recordar el lugar, pero no puedo, es más, quiero acordarme del nombre de mis padres pero es imposible, ¡que horror!, ¡no puede ser! por mucho que lo intento ningún nombre acude a mi mente, olvidé algo tan importante,yo que siempre me vanaglorié de mi fantástica memoria olvidé el nombre de las personas que más he amado en la vida!...
Me aterra ésta situación y salgo corriendo de la avenida principal del campo santo y deambulo entre las tumbas observando fijamente el nombre de los difuntos por si alguno de ellos me resulta familiar.
Luego de media hora comprendo que es en vano. Desesperada corro de una sepultura a otra buscando alguna pista que me devuelva los recuerdos. Busco cualquier cosa, un detalle, un color, una fotografía, algo que me haga recordar...
Pero mi búsqueda no parece dar frutos y me estoy agotando. Hasta que algo llama mi atención.
Al final de un callejón hay una tumba que parece haber sido construida recientemente, y a pesarde ser idéntica a las demás, algo en ella me atrae.
Es un detalle que no he visto en ninguna otra,está adornada con un ramo de flores identico al  que llevo en mis brazos. Está adornada con mis flores favoritas.
Me acerco lentamente, algo inexplicable me atemoriza...Trato de leer le nombre del fallecido pero las flores me lo impiden. Me arrodillo a un costado mientras sostengo el ramo muy cerca de mi pecho, con la otra mano aparto las flores del jarrón para poder ver la inscripción.
Repaso una y otra vez la placa sin dar crédito a lo que ven mis ojos...
De pronto siento que la tierra se abre bajo mis pies... La tumba dice: "IRENE DEL SOLAR, FALLECIDA TRÁGICAMENTE A LOS VEINTICINCO AÑOS..."...
Me falta el aire, mi corazón se desboca, ¡el nombre de la difunta es el mio!. La cabeza me da vueltas y la confusión me paraliza ¡debe ser un error, una terrible coincidencia de nombres!. Tan asombrada estoy que apenas si noto que se ha acercado una mujer vestida de luto. Camina con la cabeza gacha y lleva un pequeño ramo de flores igual al mio. Pasa junto a mi, pero me ignora, es como si no me viese. Le hablo, pero no responde.
Llorando se arrodilla a un costado de la sepultura, justo frente a mi. Incapaz de moverme observo cómo cambia las flores del jarrón y acaricia el lugar que lleva tallado el nombre. Soy mudo testigo de su oración. Cuando levanta su rostro y mira al cielo, me siento morir. ¡No puede ser, es mi madre!...
Ella se levanta, veo como caen lagrimas de sus ojos mientras con voz quebrada dice susurrando:-" Adiós hija...no sabes cuánto te extraño, me haces mucha falta... pero Dios quiso que te marcharas primero..."
El llanto no la deja continuar y se marcha desconsolada.
Ahora comprendo...
Ya he recordado todo...