Mi pueblo es un pueblo pobre
sin pan y con esperanzas.
Tienen los ojos teñidos
de luceros y de sueños
y en sus pies las alpargatas.
Se les trata de realengos
desde las clases más altas.
Comen una vez al día
si se puede y cuando puede.
Rebuscan en la basura
lo que quedó de anoche
o antenoche.
Lo lamido por los gatos y los perros
las conchas de la banana.
Los niños juegan absortos
con sus barrigas hinchadas.
Tienen gusanos, parásitos
y Tenias en las entrañas.
Sus madres mueren de SIDA
y hepatitis B y C.
No usan preservativos
pues no saben lo que es.
Pero persisten en ser felices.
Con un trompo se ilusiona...
Mi pueblo es un pueblo bueno
pero de corta memoria.
Pasan como desmemorias
por hospitales y morgues.
Mas nacen y se levantan:
Se pare en las escaleras.
Mi pueblo no se alimenta bien
ni estudia, ni sabe de aritmética.
No tienen pupitres ni escuelas
y cuando un pobre fallece
van a una fosa común.
Si no hay dinero para comprar
una fosa municipal.
Solo Dios cuida de mi pueblo
desde su trono de gloria
y en las noches los arrullan
canciones de mariposas.