ENTONCES ÉL SALIÓ DE
Publicado en Oct 19, 2012
Alguien que había sido interrogado marco desde su celular a un escritor. Este, que vivía en un departamento en una calle muy transitada de cualquier ciudad, recibió la llamada, que claramente lo alarmó, pero su sonrisa hizo ver que había cierto conocimiento por parte de ambos. El interrogado le advertía acerca de algo, así que se podía ver que le daba unas instrucciones bien precisas, y así, el escritor comenzó a repasar la idea, en silencio, pero cuando colgaron la llevó a cabo. El interrogado quedó esperando en el celular a que el escritor le respondiera, y después de un rato se volvió a escuchar la voz que le decía, desde el otro lado de la llamada, "Está hecho". Entonces el interrogado comenzó a decirle, "Ve a la pared, claro, todo desde la historia dentro de la historia, y dibuja una ventana y ahí recarga la escalera", entonces el escritor comenzó a describir cómo iba a la pared a dibujar una ventana y recargaba la escalera. Entonces el interrogado vio en ese momento que una ventaba se abría y salió por ella. Entonces escritor e interrogado se vieron por primera vez, pero no podía perder tiempo en saludos, sino que debía salir de la casa. El escritor llevaba su cuaderno consigo, "No lo sueltes porque necesitas escribir lo que va sucediendo para que tengamos tiempo de escapar". Entonces salieron por la puerta que cerraron tras ellos con llave, ya que nadie debía entrar puesto que esa casa era el canal que comunicaba el mundo que estaba escribiendo y el mundo real. Corrieron calle abajo, "¡Vamos, escribe que encontrábamos una entrada al mundo fantástico!", a lo que el escritor hizo lo que le decía el interrogado. Ya en el mundo fantástico se detuvieron en una versión imaginaria de la casa y el interrogado le dijo que escribiera que aquella casa, la real, era destruida y que no había acceso al mundo fantástico, al mundo en que ellos ahora estaban. "¿Pero cuándo podré volver?", "Olvídalo, no puedes volver a la realidad. Te has vuelto un personaje de tu propia ficción", fueron las últimas palabras del interrogado, y el escritor lo miró fijamente. Entonces unos agentes lo tomaron de los brazos, le quitaron el cuaderno y la pluma y lo encerraron en un cuarto que estaba en plena oscuridad y solamente se podía escuchar la voz, "Olvidaste que yo era un personaje que no pensaste, que tenía vida por sí mismo y que te di instrucción desde adentro de tu propia historia. Soy el único que conoce la forma en que el mundo fantástico se puede unir al mundo real, y a su vez, los canales abiertos entre ambos por todo el mundo, entre realidad y fantasía. Ahora estarás aquí encerrado y solamente cuando desee algo te haré escribir", luego cerró la puerta y el escritor se quedó en plena oscuridad.
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