ES DECIR, YO
Publicado en Oct 25, 2012
Esta tarde no se llama martes,
la nombro silencio. Tiene la lentitud de un hombre triste que poco a poco muere. Quizá yo sea la tarde, en horas de carne y hueso. ¿Seré martes y no Carlos? ¿Por qué me llaman poeta? Camino y soy viejo para el miércoles, saboreo un helado mientras recuerdo el lunes de mi vida. Esta tarde no tiene nombre, o se llama domingo, es decir un día cualquiera; es silencio, silencio de mariposa, silencio de un hombre que perfecciona una mirada al transcurrir sus centurias. Es voz que nombra la reyerta hormigueando en el corral. Esta tarde es agua con sabor aquella sed en que nadie me quería; es celebración del hueso con la carne, del olvido con la muerte, del marfil en el collar y del marfil que pregona el barritar del elefante. Esta tarde es un caballo que relincha media herradura para lo poco que le queda de vida, es aparición danzando a la luz del camino, es vejez que se ejerce hasta antes de haber visto la piedra en el ojo de la piedra. Esta tarde es delirio por dejarme develar el misterio de un canario en las fauces del trino.
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Sergio Soria