Con tu mirada fría y seducción incomparable
Haces que te busque de manera irremediable
Eres compañía que buscaba en invierno
Esa que cuenta  las horas de un reloj eterno.
 
A través de las letras mostrabas tu presencia
A través del silencio oía tu inocencia
Aunque estuviera oscuro yo veía tu silueta
Solo queda pronunciar: guardo aún tu esencia.
 
Los días eran largos y las noches  cortas
Los besos eran dulces y volaban las gaviotas
Me encontraba acompañado solo de mis notas
Y yo Seguía insistiendo que fueras mi escolta.
 
Te tenía aquí presente y solo me ayudabas
Quería que te fueras, y nunca lo lograba
Estando contigo yo no se lo que ganaba
Lo único apreciable es que nunca me faltabas.
 
Con tus manos  tocaste demasiados hombres
Varios de ellos se sentían muy pobres
No tenían dinero, no tenían colores
Esos que quitaron unos cuantos dictadores.
 
Hiciste compañía por siglos enteros
Generaciones varias, ya en tus recuerdos
Lloraron contigo, lloraste con ellos
Hoy dejaste flores en corazones muertos.
 
Aunque suene a ironía siempre hiciste compañía
Tal vez no de noche, tal vez no de día
Acompañaste de noche varias fantasías
Mientras que de día tu solo morías.
 
Lamentos otorgados solamente al viento
Lagrimas vertidas solo al pavimento
Crecieron  sueños, sembraste cimientos
De poemas creados a través de sentimientos.
 
Bendita soledad siempre fuiste fiel
Querida compañera con labios sabor a miel
Quería que te fueras teniéndote en mi piel
Y ahora solo sufro por no poderte ver.