Te desternillas de la risa
si me caigo de la escalera
al cambiar un bombillo quemado.
Sabes que sufro de una gota
impenetrable a los diagnósticos
que los médicos no saben
resolver ni curar.
Pero siempre es así: Ruedo y te ríes.
Se me caen los dijes y las lámparas
y sueltas una sísmica carcajada.
Cualquier hoyo en que me tropiece
hace manar tu risa total y explosiva.
No te pido disculpas
pues a mí también ya me taladra una sonrisa.
Soy tu servidor, tu cómplice y tu payaso:
Por esas tres cosas me contento
aunque tenga que andar a veces con muletas...
Hoy llevas una bombacha transparente
y en tu busto florido caen como garfio mis ojos.
¿ Cómo pedir excusas a aquello que me da vida?
A quello que me sostiene ingrávido todas las mañanas?
Me gusta apoyarme en tu erotismo: Es mi vara.
Y me gusta que destilemos amor a toda hora.