DOMINGO 6 DE SEPTIEMBRE DEL 2011
¡¡Al fin libre!!...es lo que pensé cuando salí del hospital en muletas con mi tía a lado mío.
-Tía, ¿podemos ir a Fórum?, es que hay una exhibición de Taekwondo y quisiera ir a verla.
-Que cosa…tu lo que quieres es ir a ver a Armando ¿o no?
-Aparte
-Ok no hay problema, vamos a Fórum
En el camino, hablamos de mi relación con Armando y lo acepto: ¡Si! Cuando llegamos, todos los de Taekwondo Panamericano me recibieron con una sonrisa de lado a lado, María acababa de regresar de Panamá. Yo a cada rato volteaba a buscar a Armando y siempre le veía unas MEGA SONRISAS con los ojos brillando, yo solo le regresaba la sonrisa. A partir de ese día, Armando me iba a visitar a diario a mi casa, no salíamos porque mi tía y a mi abuela les daba miedo que algo me pasara. Pero un dia no fue muy linda la visita:
Toc, Toc, Toc
-Buenas noches, ¿esta Elisa?
-Si pasa, te mostrare las escaleras para subir.
Armando cruzo toda la casa sin entrar a los cuartos y salió por la parte de atrás. Cuando subió me encontró llorando y se asustó mucho.
-¡¡Elisa!! ¿Estás bien? ¿Por qué lloras?
-A…Armando, que… ¿Qué haces aquí?
-Vine a verte como siempre… ¿Por qué lloras?
-No, por nada
-¿Cómo que por nada? Todo tiene un porque, dime por favor, sabes que puedes contar con migo, además me preocupa verte así
-Es que recordé algo…
-¿Qué?
-A un amigo
-Es muy importante verdad
-Si…Él era muy buena onda, delgado, moreno y la verdad estaba guapo, sus ojos eran color café claro y su cabello era negro con el peinado en pico hacia arriba. Era mi mejor amigo, pasamos maternal, primaria y un año de secundaria juntos. El era de los relajitos y también era de los que se toman fotos y eso...-sonreí y llore cada vez mas-...era de los que guardan tus mas profundos secretos, de los que podías hablar con el de lo que sea, hasta de tu sexualidad y hasta consejos te daba, si te criticaba, lo hacia de relajo o en forma de que vieras tus errores y los corrigieras para llegar a ser una mejor persona...Lo extraño demasiado, como no tienes idea y lo peor es que ya no lo volveré a ver...-Armando se confundió un poco pero no dijo nada-...el falleció dando su vida por una niña que se iba a morir. La niña estaba en el cuarto piso de un edificio en llamas, nosotros pasamos por ahí y escuchamos como un policía pedía por radio a un joven de complexión pequeña para poder ir por la niña y traerla sana y salva, el se ofreció y...-Llore cada vez mas-...se despidió de mi y me dijo: “Te prometo que estaré bien” me beso en la mejilla antes de irse, yo lo espere abajo junto con otros oficiales, y la niña salió del edificio pero el no salió con ella, pensé que saldría despues pero no lo hizo, le pregunte a la niña: “Donde esta el joven que te salvo” y ella me respondió: “Sigue adentro” y de pronto exploto el edificio. Cuando vi las cenizas volando por todas partes mi corazón se destrozo, la niña me dijo que Julio le había pedido que me diera su cartera. Adentro había como 500 pesos y una nota que decía mi nombre por fuera, la abrí y esto es lo que decía:
Elisa, quiero que sepas que eres una gran persona y que espero jamás olvidarme de ti, si algo me pasara
Se que puedo contar contigo para lo que sea, se que ya no estaré aquí pero aun así, eres una muy buena
Persona y tengo que decírtelo, tengo CANCER, no te lo decía porque sabia que te ibas a poner muy triste y
No quería eso para ti, tqm y eso nunca lo olvides. Dale esto a mi madre y quiero que te lo regrese, iras al
Banco HSBC y les darás este papel, ellos te darán una caja y tu la tomaras y quiero que veas todo lo que
Hay ahí, hay muchas fotos de nosotros, nuestras fiestas y todas nuestras vidas juntos, mes con mes,
Agrego fotos nuevas a la caja con fotos de todos nuestros amigos, etc.
No quiero que llores ni nada por el estilo, solo quiero tu felicidad y que me acompañes siempre.
Yo amo a mi familia y a mis hermanos, los amo muchísimo, demasiado. Adentro de la caja habrá algunas
Cartas para mis hermanos y mis padres, tienes todo el derecho de leerlas. Dáselas por favor. Muchas gracias.
Te quiere: Julio Alberto Galindo Hernández
Mis ojos se llenaron de lagrimas y cuando llegue a casa, estaban sus padres ahí y me preguntaron por el, les tuve que contar todo y no parábamos de llorar. La mama de Julio se llama Clara, ella comenzó a tramitar los papeles del sepulcro, el seguro entre otras cosas, pero yo me sentí una estúpida por no haber detenido a Julio.
Al dia siguiente, Armando me fue a visitar a mi casa y mi abuela le dijo que yo estaba en el panteón. Armando se fue rallado para allá y me encontró ya dejando las flores en la tumba de Julio. Yo no paraba de llorar y llorar.