El lunes por la mañana aquel hijo de puta se fumo mi ultimo porro, yo estaba mas que molesto pues ya no tenia efectivo para comprar otro tostón de hierba, tenia que enfrentar ese pinche problema, después de dos horas ya no aguantaba las ansias de sentir la bacha en mis dedos quemándome los labios relajado hasta no poder, ni pedo tendré que salir.
No pensaba robar o algo así, pero creía que podía conseguir tan solo un poco. Caminaba por las calles rumbo a un lugar especial para mí, un lugar donde comencé mí otra vida, allí habrá amigos y quizá fume. Cada segundo me desespero más, quería llegar, drogarme, alucinar, volar, reír, ser feliz, maldita sea comienzo a sudar, y por que rayos me mira la gente.
Había llegado a ese lugar al que te comentaba, después de conseguir me acosté en las hierbas mirando hacia arriba, las estrellas y todo ese cielo, puse una canción, luna de zoe, comencé a fumar hasta que logre irme un rato de esta vida.
Como quisiera borrar días de mi vida, arreglar algunos, volver a vivir otros.
Esa noche recordé a mi ex novia, que me dejo por volverme adicto, a mi familia que ahora ya no confía en mí, a mis amigos que ya no me hablan por vergüenza, solo de recordar me ahogo en llanto, si supieran lo mal que estoy, lo mal que me siento, ser como soy no significa que no tenga sentimientos.
Seis meses fue la misma historia, diario limpiaba mis lagrimas, y gritaba también, me aceptaba como era por mas difícil que fuera, me imaginaba recuperado, pero sin novia, pues la ultima que tuve la destroce, con mi familia nada seria igual, mis amigos ya no me hablarían, ya no tendría sentido en realidad, mejor diario iré a la luna, allá arriba al menos yo me entiendo.