Cenizas y estrellas
Publicado en Nov 07, 2012
En nuestra casa las dos viejas separadas del resto de la población nos trataban de modo muy diferente: todos habíamos pasado ya varias veces por la falda de la vieja como si fuera un carrusel. Y nuestros oídos soportado viejas historias de aparecidos en los barrios sucios de Londres durante la Segunda Guerra Mundial con olor a naftalina. Por el contrario la alta y delgada nos observaba con un nada disimulado desprecio, quizá temor.
Sobretodo el rechazo de la flaca hizo que nos sorprendiera la fiesta que nos prepararon para celebrar nuestra llegada. La gorda se empeñó en que interpretáramos la función "El fantasma de James " y durante un mes dedícó ímprobos esfuerzos a que cada uno aprendiéramos los papeles que nos asignó. Ella y su amante nos hicieron unos vestidos de colores para estrenar el día de la función, la cual iba a darse en el sótano. La noche del 22 de noviembre de 1963, tras una cena frugal bajamos todos al sótano a representar la obra para deleite de la gorda. Su huraña amante parecía prestar atención a la radio donde se repetía una vez tras otra una importante noticia, pero finalmente también bajó las escaleras de vieja madera. La gorda había llenado el sótano con todo tipo de decorados, realizados en tela y en papel. Y nos dio la orden de iniciar la obra. Así lo hicimos, pero casi al instante empezaron a surgir de detrás de sábanas y papeles colgados otros niños, igualmente disfrazados. Se nos abrazaron a nosotros y nos pedían que les lleváramos con ellos. Los siete empezamos a temer haber caído en una trampa. Este temor se ratificó cuando nos quedamos sin luz y al fondo de nuestros murmullos de recelo se escuchaban las voces de las dos mujeres que gritaban repetidamente "Nunca se es demasiado joven para morir!!". El instinto de supervivencia hizo que corriéramos tan rápido como nos fue posible a la escalera y subiéramos al comedor. Lo lograron siete niños: todos nosotros. Salimos luego raudos al jardín donde, sentados sobre la hierba vimos a la ceniza ascender en busca de las brillantes estrellas del cielo.
Página 1 / 1
|
LIBARDO BERNAL R.
Aurora Colorado
Singer
A veces veo Muertos
Shelley & Monster