UN POCO DE HUMOR PARA ALEGRAR EL ALMA
Publicado en Nov 07, 2012
Un viejito estaba sentado en una de las bancas de un parque,
cuando de repente, un muchacho se sienta a su lado, con todos los pelos parados y teñidos de azul, rojo, verde y amarillo. El viejito se queda mirándolo un rato... atónito... incrédulo...boquiabierto... Cuando de repente también el chico le dice: - ¿Qué mirás, viejo marica?, ¿Por qué me miras con esa cara de guevón? ¿Nunca hiciste nada loco en tu vida? A lo que el viejito, sin exaltarse, le contesta: - Sí... Una vez me emborraché hasta las guevas y me culié una guacamaya... ... y justamente por eso te miraba y me preguntaba: ¿SERÁ QUE ESTE MALPARIDO ES MI HIJO?
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Sara
Cariños
Carolina Esguerra