Textale

AMIGOS

Publicado en Nov 09, 2012

Pensé en lo infructuoso de su búsqueda. Fuimos a la policía. A los hospitales. A los moteles. A las morgues. A los bares de cada pueblo. De cada ciudad. De cada país del mundo. No lo encontramos. Lo buscamos en las profundidades del agua. En lo insondable de la selva. Detrás de las ventanas. Debajo de las piedras. Tras la careta llevada puesta por cada persona de nuestro planeta. En cada rincón existente, sin resultado alguno. Preguntamos a Narciso si lo había visto, indicándonos lo averiguáramos bajo la cornisa de la sala de los espejos. Tocamos en portones de cristal. En cada uno dijeron no haberlo divisado desde hace varios siglos. Cansado de la búsqueda, abandoné la muchedumbre con la cual andaba en la pesquisa. Al quinto día de estar en mi residencia descansando, algo o alguien desde dentro de mí, insinuó buscarlo en la última estancia de mi ser. En lo insoslayable de mi alma. Fui en su búsqueda. En un rincón de mi insustancialidad lo hallé cabizbajo, con sus ojos alerta. Al verme se aproximó sereno, compenetrándose conmigo. Cada instante nos unimos más. Somos buenos amigos. Compartimos las mismas mujeres. Los mismos gustos. La misma copa para bebernos el mundo.

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