Fue una simple pregunta, que desató mi volcán interior…
Y cuántas veces he sobrevivido a mis propios cuestionamientos!
Sin respuestas…
Pero tu pregunta…se escrutó en mi alma y no supe qué responder…
Aún no lo sé….
 
Quién eres Águeda?
Me interrogaste la mirada, los sentidos, el aura, el esqueleto…
Las cimas y las depresiones…
No me diste lugar a la partida…
No pude huir con la respuesta…
Por que el vacío me persiguió
Tanto…tanto
Que me obligaste a la respuesta…
Que evadía para no obligarme
A que me responda
Que aún  no sé quién soy…
 
 
Quisiera responderte que soy  quien busca acertijos en el lado oscuro de la luna…
(Una vez…lo escribí en un poema…y me gustó el misterio de la
Oscuridad de la luz…
O de la luminosidad de la oscuridad…
Si así lo prefieres…)
 
Quisiera responderte que soy quien más ha amado a un Romeo que habita en mi Verona
(Pero no hay balcones, ni enamorados…
Ni deseos, ni presencias, ni ficciones…
Nada en la nada…)
 
Quisiera responderte que soy quien más ha sido amada….
Pero  te fuiste del camino…no te encontré más…
Y  yo me quedé con mis preguntas… inventándome las respuestas mentirosas…
Para no seguir llorando en los vacíos de las realidades que no habitas…
 
Quisiera responderte que soy, quien ha saltado al vacío sin paracaídas…
Pero no he dado un solo paso sin firmeza…
Creí estar segura y sólo fui un espejismo nocturno que se diluyó con la
Aparición del primer rayo de sol…
Allá en los confines de los sueños incumplidos…en los desiertos y en las urbes…
 
Quisiera responderte que soy una mujer que escribe para decir…
Sólo soy… la invención de una mujer que busca saber quién es….
águeda dabor en “cartas sin enviar”