EL BELLO LAGO TITICACA
Publicado en Aug 04, 2009
En la mesa que forman las dos ramas de los andes, partiendo desde el Perú hasta Bolivia, a 3,914 metros sobre el nivel del mar, se encuentra el Titicaca, este lago y el Parime en la Guayana, son los únicos de agua dulce o potable, con cierto sabor desagradable, son notables las ruinas y palacios y otras construcciones que pueden encontrarse en las islas, y que pertenecerían a épocas anteriores a los Incas.
El lago titicaca parece un océano en miniatura, pues posee, penínsulas, islas, estrechos, promontorios, istmos. Las mas notables islas son: Amantani, Taquili, Soto, Coati, y el archipiélago del titicaca, compuesto de 7 pequeñas islas y una grande de 6 leguas de largo, el extremo del istmo de Yunguyo forma el estrecho de Tiquina, las penínsulas del lago titicaca son: Capachica, Chucuito y Copacabana. Capachica era la peninsula donde en la época de la colonia los Españoles detenían a los patriotas que caían prisioneros, lo mismo pasaba con el islote de Esteves. Al lago titicaca no le faltan sus formidables tempestades, cuenta una antigua crónica que en 1,845, parecía que las aguas del rió desaguadero corrían en sentido inverso hacia el titicaca, los ríos ilave, ramis, coata, descargan sus aguas en el titicaca, del que sale el caudaloso rió desaguadero, que desemboca en la laguna de Aullagas en Oruro Bolivia. El lago titicaca es celebre en la historia antigua del Perú, pues dice la leyenda relatada por el Inca Garcilazo de la Vega, que Manco Cápac y Mama Ocllo salieron del lago y fue punto de origen del imperio de los Incas, y llamaban al lago Condocondo. Otros dicen que es la pileta donde se lava el creador del universo, algunas veces se le ve convertido en humano, cuentan algunas abuelas que juran haberlo visto, señalado por un rayo de sol que lo sigue. El poeta Español José Joaquín de Mora, enamorado del lago en 1,846, escribió las estrofas tersas y hermosas de su canto al titicaca que dice así: Confundido me postro Gran lago, en tus orillas Clavo en el suelo el rostro Y de las maravillas Que atónito contemplo Formo en el alma un templo Cuya deidad velada Te saco de la nada Si fuiste el producto De horrible terremoto Por cual vasto conducto Con inmenso alboroto Se desplomaron fieras Tus aguas altaneras Quien abrió sus canales A tus hondos raudales Cuantos siglos pasaron Desde el día tremendo En que se desataron Con horrísono estruendo Cuantas generaciones Y razas y naciones Estamparon sus huellas En tus márgenes bellas Que diferentes climas En tus márgenes, ora Sobre elevadas cimas El invierno atesora De nieve duras moles Y en varios tornasoles Cambia el solar reflejo Ora en valles sombríos Y en hojosos linderos De caudalosos ríos Se mecen los palmeros Y en su copa elegante La vainilla fragante Teje guirnalda espesa Que el sentido embelesa Más do con más holgura Mi mirada se extiende Es en la vasta anchura De tu caudal, que hiende Con varias inflexiones Tan diversas regiones Con olas sosegadas Tierras tan apartadas Do por más que remonte Las miradas, encuentro Limite al horizonte Solo en el mismo centro Cual si adornar quisieras Las altas cordilleras Poniéndoles delante La anchura del atlante Más no, que en los cristales De tu seno tranquilo Cien islas colosales De eterna paz asilo Se elevan orgullosas Ya de selvas frondosas Cual guirnaldas ceñidas Ya de rocas erguidas Y mas allá, el sorata Con cúpula sublime Que la linfa retrata Tu soberbia comprime Tocando con la frente La bóveda luciente Como si sostuviera La mitad de la esfera Y al verla, clavo el rostro Gran lago, en tus orillas Y humillado me postro Y de las maravillas De aquella mole ingente Formo un templo en la mente Cuya deidad velada Te saco de la nada.
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