Por eso...
Publicado en Nov 17, 2012
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El amor le picaba en las escamas, le ardía en las branquias.
Todas las siestas en la orilla, mordisqueando la misma planta,  los ojos fijos en las ramas, alejándose del Cardumen.
El zumbido, inalcanzable, las patas aferradas al árbol, chupando la savia del árbol, sus ojos fijos en la chicharra.
El cardumen entero nadando cerca, atado a una porción  de río.
Cuando estaba por emprender el vuelo, la ve, una Mojarra irrespetuosa, los ojos rojizos y vivos en su llamado.
El amor no tardó en clavarse en las alas, el canto se transformó de la alegría a la tristeza, el cardumen entero palideció, las culebras se confundían en la siesta.
El aire litoral se llenó de tristeza, los habitantes de la ciudad ya no dormían la siesta, caían en llantos larguísimos, los gurises lloraban hasta quedar sin voz, los helados se volvieron amargos, las orillas del río, se poblaron de suicidas de amor que llegaban de todas partes, atraídos por el zumbido.
Las naranjas, los limones y mandarinas que latían en los azahares no nacidos, se llenaban de un amargo que no endulzaría ni el rocío, ni las heladas mas profundas.
Las mujeres, se juntaban en la orilla, el calor atenazaba sus cuerpos, el río amenazaba con la sequía y ellas  entregaban a los suicidas un cuerpo no correspondido.
Tanto llanto, tanta sequía, la mojarra mirando la chicharra, la chicharra zumbando, siestas enteras de Enero, calor y calor cargando de tristeza el cielo.
Al fin, el cielo se volvió cobrizo, el aire se puso tenso, los suicidas se dieron a vivir, a amar sin compasión por las esquinas de la ciudad…
La chicharra miro la boca implorante del pez, cómo quería cantar con tantas ganas, como quería querer con tantas ansías, una mujer que abre la boca para la música de sus alas.
Y de un solo aleteo se desprendió del árbol, la mojarra dio un salto con la boca bien abierta, entonces la lluvia azoto sin piedad la ciudad, como si lloviera el río entero…
A la mojarra le crecieron las alas y la música… la ciudad se baño de un zumbido atronador y delicioso, las mujeres y los suicidas se correspondieron a cuerpo y orgías en cualquier lugar, el pez con alas se alejó volando el cielo.
La ciudad para siempre se quedo en celo.
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Foto del autor claudia
Textos Publicados: 8
Miembro desde: Oct 11, 2012
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Descripción

Palabras Clave: amor branquias mojarrita rio agua chicharra pez

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Ficcin



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