Deseos
Publicado en Nov 19, 2012
Todo el mundo es ilusiones cuando vamos creciendo, todo parece fácil y todo podemos tener cuando somos niños, y lo que no podemos tener santa claus, el hada de los dientes y los duendes eran a quienes confiabamos nuestros anhelos.
En cada cumpleaños frente a un pastel nos dicen “pide un deseo”. Deseo que no puedes decir o no se cumplirá, en mi caso desde que mi memoria me da recuerdos deseaba algo cada año y no frente al pastel, me levantaba en la mañana y ya tenía claro que era lo que este año iba a pedir. Cuando cumplí los cinco años un bebe “nenuco” dessié. A los seis con el deseo de ese nuevo juego de trastecitos desperté. En mi séptimo cumpleaños quise otra nueva muñeca “Barbie”. Por una cachorrita propia rogué a mis ochos años. Una grande y magnifica casa de muñecas anhelé cuando a los nueve años llegué. A los diez ya era niña grande por eso dessié un maquillaje “mi alegría”. A los once después de ver ese anuncio en la t.v pensé “esas zapatillas de princesa se me verían bien, las quiero.” Ya no era una niña así que para confirmarlo dessié un nuevo y hermoso vestido. A los trece ya no podía pedir niñerías; quería una computadora para poder usar “paint”. Los celulares empezaban ser indispensables para todos y como era curiosa un celular para mi catorceavo cumpleaños dessié. Un amor verdadero con final feliz y un príncipe azul esperé cuando mi vestido rosa de quince años use. Ya tenía dieciséis, mis padres no podían estarme llevando a todos los sitios así que una moto o un vehículo propio fue mi A los diecisiete, a un año de la libertad y madurez legal, lo que mas anhelaba fervientemente era por fin tener mis dieciocho años de edad Y ahora a días de mi cumpleaños, me doy cuenta de que nada vale tener encerrados esos sueños, de no hacerlos escuchar y mucho menos no hacer nada por cumplirlos. Ya no debería desear pero aún soy joven e ignorante y por eso esta es la última vez que me permitiré únicamente desear sin nada mas. Ahora he crecido y conocido tantas cosas, pero apenas empiezo con la aventura de la vida, apenas estoy en proceso de ser una sabia persona pero como todos los años ya tengo planeado mi deseo de cumpleaños… En estos dieciocho años quiero muchas cosas pero todas con un valor especial. Quiero un bebe nenuco para recordar lo joven que soy para ser mama y pensar un poco en ese sentido maternal que aún a en mis mas profundas imaginaciones no he de llegar. Unos trastes pero de verdad para recordarme que con la edad las obligaciones también va y una casa no es hogar si un plato de comida que dar. Unas nuevas muñecas “Barbie” para volverme a plantear miles de historias y tomar en cuenta que todas las personas tienen su propia mentalidad y no por eso han de estar mal. Un pequeño cachorro para entender el valor que tiene otra vida, el saber que alguien depende de mi y de mis cuidados y que no siempre un fiel amigo tiene que ser un humano. Una casa de muñecas, con todo y pueblecillos para poder figurarme a donde quiero llegar, en donde quiero vivir cuando por fin terminé la Universidad y pueda trabajar para edificar ese hogar que con mi casa de muñecas he de edificar. Un nuevo estuche de maquillaje, brochas, delineador, rubor, labias y enchinador de pestañas para el día tras día poderlo pasar luciendo arreglada ocultando tras el maquillaje todas esas tristezas que nadie debe adivinar. Unos zapatos de tacón, altos y geniales y así con ellos poder demostrar elegancia, fuerza y seguridad en mi andar, que mis pasos sean firmes aún en los mas peligrosos senderos intentado nunca tropezar y cuando eso suceda poderme levantar. Un flamante vestido nuevo para enseñarme que puedo ser grande y aún así lucir femenina y linda; y para demostrarles a todos que por este mundo puedo cruzar sin perder el estilo, mi estilo. Una computadora pues con mi pasado, presente y futuro siempre tengo que estar en contacto y con tantas tecnologías nada es mejor que una fiel y confiable computadora. Un celular, de esos de ladrillo para siempre tener en mente que lo que hoy es un nuevo “Black Berry” ayer no era mas que un montón de metal, burdo y sin chiste pero que sin ese estado era imposible crearlo. Y así como los celulares yo puedo moldear mis imperfecciones en algo fantástico, puedo evolucionar pero siempre teniendo en cuenta mis orígenes, por mas humildes que sean. Un amor verdadero, no ese príncipe de cuento… Quiero a ese que me quiera y respete; que me tome en cuenta, me vea como una igual y acepte tanto mis virtudes como mis defectos. Ese amor que permanezca en mis pensamientos y sueños sin llegar al punto de hostigar. Un amor que me de libertad. Una bicicleta como medio de transporte, para que mi de camino a mi destino pueda ver que no soy la única en este mundo y que estoy rodeada de tanta gente que al igual que yo desea llegar a tiempo a sus actividades, poder ver rostros y de vez en cuando poder detenerme cuando divise que alguien necesita ayuda. Y Por último ser por fin adulta, con todo lo que implica, no solo con derechos y libertades sino también con obligaciones y responsabilidades de las cuales me deba hacer cargo. Con madurez y sabiduría pero de igual manera con la jovialidad, curiosidad y capacidad de sorprenderme y maravillarme con las pequeñas sorpresas de la naturaleza. Que el tiempo no logre borrar mis sueños, mis anhelos y mis ganas de cumplirlos, que no opaque ni disimule mi verdadera personalidad, ser solamente yo sin ningún temor al que puedan pensar o el que dirán de la sociedad. Son muchos deseos y aún tengo muchosaños para cumplirlos
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Jos de la Cruz Garca Mora
Cindy Reyes