Se trata de que no imagines siempre un modo llano y superficial de dar forma a una historia mágica . La magia radica en huir de todo estereotipo preconcebido y apartarse totalmente de lo que la realidad muestra. Si pretendes hacer una buena historia , debes dejar atras las narraciones que reposan sobre clichés sobrexpuestos en el imaginario común humano y buscar aquello que esté sumergido en lo más profundo de tus pulsiones. En aquel vació lleno de cosas fantásticas e inherentes que todo ser humano tiene, se hallan las historias y ocurrencias más primitivas que harán de tu relato algo realmente original. La misión de todo buen escritor que se precie, es intentar llegar a ese paraje insólito y fusionarlo de alguna manera con algún elemento de tu realidad cotidiana, pasajera o perecedera, que haga de todo el conjunto global, algo digno e interesante de leer. Cuando hayas llegado a conseguir aquella mágica mixtura, te darás cuenta que cada linea esconde un fulgurante proceso hacia una culminación memorable. 
 
Ardua tarea la del escritor novel comtemporaneo, cuyo vacío se ve llenado por insustanciales materias que sin ser nada del otro mundo, proporcionan un estado absorto con el que llenar aquellos instintos ocultos. Tú, escritor aficionado, nunca dejes de explorar tu yo más íntimo, pues a riesgo de no existir, existe y hoy debe salir a flote más que nunca.