Más allá de para siempre.
Publicado en Nov 19, 2012
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Toda historia tiene un principio y un final, pero la que voy a contar no tiene un final determinado y personalmente me alegro de que no lo tenga. Es una historia basada en hechos reales, basada en la vida de dos personas a las que quiero con todo mi corazón y que son un ejemplo para mí, un ejemplo, en mi opinión, para todos.
 
Él, atractivo, deportista, servicial, valiente y una gran persona. Había dejado los estudios por problemas económicos y estaba trabajando a la vez que boxeaba. Era en su familia imprescindible, la mano derecha de su madre, su gran apoyo y ayuda. Amigo de sus amigos, muy abierto y divertido, además de gracioso y espontáneo.
Ella, preciosa, sincera, sensible, tímida y con un corazón de oro. También tuvo que dejar los estudios por la economía familiar y se había puesto a trabajar en una tienda de ropa. La más pequeña de su familia y también la más mimada, dentro de lo que se podía mimar. Una chica cariñosa, alegre y preocupada por los demás, que no se rendía ante las adversidades.
 
Hace dieciocho años que los conozco, exactamente los mismos que tenían ellos cuando se conocieron, cuando sus vidas se entrelazaron, cuando una mirada definió todo un futuro.
 
Era ya por la tarde y a ella la habían invitado a una fiesta en casa del amigo de una de sus amigas, y por primera vez sus padres la dejaron salir, así que no dudó en aceptar, a pesar de que tenía mucha vergüenza. A él le dijeron unos compañeros del trabajo que uno de ellos hacían una fiesta en su casa, que había al lado un frontenis y que si iban a jugar un rato y luego a la fiesta, el simplemente aceptó.
 
Cuando ella llegó, él estaba jugando con sus compañeros en la pista de al lado de la casa. Ella se fijó en él, él se dio la vuelta como notando su presencia y cuando ambos se miraron a los ojos, surgió el flechazo, surgió el amor.
 
Durante toda la fiesta hicieron por verse sin mucho éxito, pero al final, justo antes de que ella tuviese que volver a casa, él apareció a su lado, la tomó de la mano y bailaron juntos esa última canción.
 
A partir de ese momento, y de varios encuentros fortuitos, se enamoraron.
 
Y tras muchos muchos años, siguen juntos. Han tenido sus más y sus menos, sus discusiones y sus momentos románticos, han convivido tanto tiempo que a la sociedad de hoy en día le parecería un cuento, y aún así después de todo se siguen queriendo. Siguen tan enamorados como el primer día, siguen mirándose a los ojos y parando el tiempo, y así es como debería pasar en cualquier relación, en cualquier pareja que se casa y se dice un hasta que la muerte nos separe. Aunque en este caso es un hasta la eternidad, porque ni aunque la vida los separe dejaran de amarse.
 
Cada vez que los voy a ver y veo como se miran, me emociono, porque yo también quiero vivir un amor así, un amor verdadero. Y los quiero tanto, y los admiro tanto que es imposible no creer en el amor cuando ellos, mis abuelos, han creído en él y han conseguido que se mantenga para siempre en sus vidas. Para siempre.
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Foto del autor Iris Rodriguez
Textos Publicados: 4
Miembro desde: Nov 19, 2012
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Descripción

Es un relato corto en honor a mis abuelos a los que tanto quiero y admiro.

Palabras Clave: Amor siempre juntos unión abuelos felicidad

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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