Numero 96 (Prologo)
Publicado en Nov 19, 2012
Habían llegado deje mi pluma resbalar por mis dedos, ese fue un sonido en seco que todos escucharon. El silencio era insoportable.
Al salón entraban hombres vestidos con uniformes negros que los cubrían asta la nariz, lentes obscuros y enormes ametralladoras en sus manos. Junto con ellos venia un hombre de traje y camisa negra, no portaba corbata, en su lugar una pequeña cadena se asomaba entre la solapa de su saco. Era alto, albino, no lograba distinguir sus cejas o sus pestañas y de sus ojos solo distinguía la pequeña pupila que nos miraba con una frialdad asombrosa. Caminaba hasta el centro del salón, al frente, cruzando sus manos detrás de su espalda. La profesora se levanto instintivamente pegándose a la pared y haciéndose pequeña. Sus ojos inúndanos reflejaban terror, mientras estudiaba nuestras miradas atónitas. Solo habían pasado unos segundos desde que nuestra clase de matemáticas había sido interrumpida, pero ya todos sabían lo que eso significaba. Muchos entraron en estado de shoc, lloraban sin mover un solo musculo, otros eren presas del pánico y gritaban irritando su garganta. Solo un chico del fondo y yo quedábamos en silencio. No reconocía a los que entraban en pánico y se levantaban gritando incoherencias o a la chica de la primer fila que se jalaba los cabellos haciendo que barios cayeran sobre su libro. Eran inicios de ciclo, era, en verdad, la peor forma de comenzar mi segundo año de preparatoria. Quería salir corriendo de aquel espacio encerrado y sofocante, pero al ver como aquellos hombres sentaban a los que se habían abandonado sus asientos, mis piernas no respondieron a mis pensamientos. Una vez en silencio, el hombre frente a nosotros comenzaba a hablar. No era ya necesario que nos explicara que sucedería desde aquel punto, lo sabíamos de sobra y nos lo recordaban cada tres años. Ese año mi escuela había sido sorteada, de entre todas las del país, le había tocado a la mía y eso significaba que 110 de nosotros serian escogidos para ser llevados a una isla, lo que pasaba una vez en aquel lugar era algo en lo que no quería pensar. Las cámaras que portaban dos hombres armados con pequeñas pistolas, nos escaneaban a cada uno, mientras que aquel hombre terminaba su discurso. Su voz era un poco ronca, lo cual me molestaba, no era un tomo grabe y no sonaba tan amenazador, claro esta, si uno no miraba sus ojos grisáceos que miraban el infinito. Nos formaron por numero de lista y nos sacaron del segundo piso para llevarnos al gran pateo de la escuela, los demás integrantes del segundo año se encontraban en el centro, frente a las escaleras principales, los demás estudiantes de otros grados, detrás de barricadas custodiadas por mas de esos sujetos. No se escuchaba nada, solo el caminar de los pertenecientes a la ultima clase en bajar, nosotros. Mientras caminaba me fijaba en las caras de aquellos que no temían partir a nuestro lado, algunos desviaban sus enrojecidos ojos de mi mirada seca, otros mas los mantenían fijos en mi, algunos lloraban, otros permanecían serios, algunos mas apretaban fuerte los dientes, pero la mayoría serraba los ojos. En la escalera principal se encontraba una mujer, muy parecida al hombre de cabello blanco que avía dado la noticia en mi grupo, solo que ella tenia cabello largo, el llego y detuvo a su lado, gemelos, eso es lo que eran, ambos blancos como las nueves de las fotos de antaño. Cámaras nos observaban por todos lados, fisgoneando, buscando nuestra debilidad. Éramos demasiados integrantes del segundo año, sortearían los nombres de los desafortunados en partir. Los minutos parecían horas, dentro de un calvario insoportable, y por cada nuevo nombre pronunciado reacciones distintas sanaban por todas partes, solo los dueños emitían sonidos, los espectadores guardaban un silencio sepulcral. Pero solo salí de mi trance asta escuchar mi nombre pronunciado por aquella voz melódica. -Esyoanith, la numero 96- En tan solo quince minutos, mi vida había cambiado drásticamente, los problemas de matemáticas parecían distantes, las pesadillas se tornaban palpables, reales. Desde ese momento, los errores se volverían mortales para cualquiera. Mis puños permanecieron cerrados, mis nudillos eran blancos.
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Gabriela Mikru
Okey... Había puesto que amo tu forma de narrar, porque ahondas en muchos detalles, te tomas el tiempo de describir las sensaciones y la impresión que dan las cosas, es algo que, a mí parecer, vuelve sublime y muy atrayente una lectura. Tú sabes crear intriga con lo que escribes y esa es una habilidad que le he conocido a pocos.
El nombre de la chica me dejó como: "WTF". Okey, no xD Pero sí me desconcertó. Soy mortal y no acostumbro oír nombres de ese tipo xD
Algo que te he dicho desde siempre tienes muchos problemas con la ortografía, y realmente sí hay momentos en que llega a confundir. ¿Te los digo? Sí, te los digo, porque me acuerdo :3
"Habían llegado deje mi pluma resbalar por mis dedos". ¿No crees que un punto hubiera quedado bien?, para separar las ideas, porque son dos diferentes, si bien no mucho, si hubiera sido acertado colocar un punto y seguido luego de "llegado". "Dejé, verbo en pasado, primera persona del singular, conjugación de "dejar". La mayoría de los verbos en pasado se acentúan.
"vestidos con uniformes negros que los cubrían asta la nariz". "Asta" es el palo donde se isa una bandera. Aquí era "hasta", que se usa al hablar de un límite en espacio, tiempo o cantidad.
"La profesora se levanto instintivamente". Otro verbo en pasado: Levantó.
"Sus ojos inúndanos reflejaban terror". Inúndanos deriva de Inundar... Inundación. ¿Sería "Inundados"?.
"Muchos entraron en estado de , lloraban sin mover un , otros presas del pánico y gritaban irritando su garganta. un chico del fondo y yo quedábamos en silencio."
Primero: Estado de shock, sólo faltó la k, supongo que error de dedo :3
Segundo: No hay error, pero quiero que te fijes en ese "solo".
Tercero: "Musculo", conjugación de "muscular", presente de la primera persona del singular. Para hablar del tejido corporal, se coloca tilde en la ú: Músculo.
Cuarto: Otro error de dedo, supondré.
Quinto: Aquí es a donde quería llegar. "Sólo" lleva tilde cuando se puede sustituir por "solamente", cuando hablamos de algo relacionado con la soledad no se acentúa. Te marqué el primer "solo" porque ese no lleva tilde, sin embargo el segundo sí, mira, sustituyamos el "solo" por solamente en ambas oraciones:
"Sin mover un solamente músculo."
"Solamente un chico del fondo y yo..."
El primer caso no se entiende, entonces ese "solo" no lleva tilde. En el segundo, el enunciado es claro, así que ese "sólo" sí acentúa.
"haciendo que barios cayeran sobre su libro" Eli, preciosa... Varios. Bario es un elemento de la tabla periódica cuyo plural se escribe barios, pero en este caso era "Varios".
"no era un tomo grabe y no sonaba tan amenazador, claro esta, si uno no miraba sus ojos grisáceos que miraban el infinito". Grabe, presente primera persona de Grabar. Para hablar de tonos, se utiliza "grave", con uve.
"Nos formaron por numero de lista". "Numero" es la conjugación en presente de "Numerar". Para hablar de lo otro, lleva tilde: Número.
"llevarnos al gran pateo de la escuela". Pateo, presente en primera persona del singular de "patear". Patio era en este caso.
"detrás de barricadas custodiadas por mas de esos sujetos". Mas es una conjunción de... ay, no me acuerdo de qué, pero funciona como atenuador de lo que lo precede (iba a leer tu prólogo, mas no pude [equisde]). En este caso es utilizado para hablar de cantidad, entonces lleva tilde: más.
"el caminar de los pertenecientes a la ultima clase en bajar, nosotros", no si fue en este comentario o en el que se borró donde lo puse, pero lo comentaré: "Ultima" es la conjugación en presente, de la tercera persona del singular del verbo "Ultimar". Como hablamos de algo que ya no continúa, que concluye ahí, lleva tilde: última.
"otros mas los mantenían fijos en mi". El "más" de nuevo. "Mi" se utiliza cuando es pronombre de posesión. En este caso era "mí", acentuado, para referirnos a la persona.
"algunos mas apretaban fuerte los dientes, pero la mayoría serraba los ojos". De nuevo el "más". Y luego "serraba", que se refiere a cortar con una sierra, para hablar de cerrar, es cerraba.
"Pero solo salí de mi trance asta escuchar mi nombre". De nuevo el "sólo". Y de nuevo el "hasta".
"mi vida había cambiado drásticamente". Cuando pones "mente" luego de la palabra, no lleva acento.
Ahora, si no hago alguna otra estupidez, enviaré el comentario.
Reincides especialmente en el "sólo" y el "más", algunos otros casos que no vi necesario especificarte. Pero bueno, por lo demás está impecable y lo sabes.
Me he quedado con muchas ganas de leer el primer capítulo, pero será en otro momento, porque ya es tarde :3
Elideth G. Cantu
ya, estudiare ortografía y dejará de ser mi nemesis.
Gracias por tu Grannnnn comentario :D
Jonathan Abraham Camarillo Ruz
Me gustaría leer mas de tu historia, porque me dejaste con hambre de mas. Sigue así y te mando un saludo desde Torreón Coah. México.
Elideth G. Cantu
Claro, después publicare mas sobre "Numero 96"
Saludos desde la capital :)