El hombre y la Luna
Publicado en Nov 21, 2012
Llega la luna llena, dos pequeños sonidos se escuchan, son las voces de los árboles, árboles encantados de bañarse del dichoso brillo de la reina la luna, hoy esta mas caprichosa y prepotente que nunca, encantadora, causando que las criaturas de la noche se despierten, se oyen pisadas, ¡que maravilloso es entender que solo una es el espíritu de la noche! ¡que solo una es capaz de mover a un bosque que es todo, menos silencioso, se vuelven a escuchar pisadas, pero estas mas grandes e imponentes, no parece ser un ente pequeño, parece ser alto, Luna no alcanza a percibir la magnitud de semejante objeto que vagabunda por su bosque, es un humano, hombre de cabello corto, prendas oscuras, ojos café, con una playera que parece ser que le arrebataron las mangas, unos pantalones desgarrados, una cara melancólica, ¿que hace semejante hombre tan soberbio (como acostumbran los de su raza) interrumpir semejante equilibrio natural? Luna se sonroja y se esconde entre dos grandes nubes que cubrirán su desnudo cuerpo, El hombre pareció asustarse con un pequeño ruido causado por los dientes frontales de un roedor mascando algo de comida, huye; corre sin rumbo destruyendo las ramas de los árboles, tirandole sus hojas, esencia de los mismos y sin darse cuenta esta bestia llegó a un río cristalino, puro, donde luna se reflejaba donde ella admiraba su hermosura, tan vanidosa como siempre, pero que se podía esperar de una creación hecha por el mismo Dios, nuestro personaje butralmente toma el agua del río y se enjuaga la cara, el reflejo de luna se distorsiona, hasta que el agua regresa a la calma, el hombre logro ver el reflejo de Luna, y sin pensarlo ¡giro su cabeza desesperada mente hacia el cielo! y ahí estaba, era la belleza misma; única que solo esta noche aciaga podría proporcionarle su corazón latió fuerte, parecía salirse del pecho, era un oso negro y enorme que se acercaba al río a tomar un poco de agua, el hombre sabia que interrumpía su espacio, sabia que no debía estar ahí, se quedo inmóvil, el cuerpo del oso rozaba frágilmente con los arbustos, hasta que llego al río, frente a frente, el oso como cualquier animal le gruño al humano, demostrándole que el era el dueño, el humano, como es natural) entro en pánico, su frente comenzó a sudar, apretó las manos y cerro los ojos, Luna continuaba como espectadora esperando que el hombre realizara algún acto incoherente, pero no, respeto el espacio del oso, no hizo nada, el animal tomo el agua que debía y se fue, al momento que el hombre volvió a abrir los ojos pensando que encontraría al animal con su garra arriba de su cara, este ya no estaba, volvió a la orilla del río no pudo mas, callo profundamente dormido, El gran satélite Luna lo acobijo entre su brillo dejándolo así completamente cubierto ante su hermosura, durmiendo bajo la luz de la luna A la mañana siguiente el hombre fue encontrado, acusado de ser un maniaco, pues horas antes gritaba, imitando los sonidos del bosque, hablando de una mujer hermosa albina que bajo del cielo a cuidarlo, demando que había dormido aun lado de ella y que la beso mientras flotaban en el río. Y es así que si duermes bajo la luz de la luna te convertirás en un loco, he ahí el termino Lunático
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Joderick Morgan
Gracias por leer mi cuentito, espero que sigas leyendo más :D
Carmith Herrera
Diana Palafox
Keiko Chang
Diana Palafox
gloria elcy monsalve tobon
hermoso.............. sencillamente hermoso tu texto. limpio sin saturaciones, claro, entendible, con muy buena redaccion.
haces una entrada espectacular con este texto.
bienvenida.
un abrazo de amistad.
Diana Palafox