¡Y una vez más, la he vuelto a cagar! Quise cambiar y experimentar lo que era sentirse alguien común, quise ser una buena persona. Pensé en dejar de lado el alcohol, las drogas y sobre todo… las mujeres. Sin en cambio, todas esas cosas que deseaba cambiar, que quise sacar de mi y metérselas por el culo a la primer puta que viera, solo fueron excusas, excusas que puse cuando mi madre murió. No tenía a nadie tan importante como ella, fue la única que me demostró su amor sin quitarme el tiempo ó el dinero. Recuerdo que nunca me hablo con malas palabras y tampoco me golpeo bajo ninguna circunstancia, aunque así lo mereciera. Nunca me dejo tirado en las banquetas cuando terminaba totalmente ebrio, tampoco me abandono en los separos después de madrear policías que me arrestaban por orinar en las calles, mi madre siempre estuvo ahí, sin dormir toda la noche, rezando porque no me pasara nada malo, porque llegara bien a casa, porque encontrara una buena mujer que no me abandonara, por que dejara de tomar y me decidiera a cambiar mi vida, etc., etc. Y me pregunto ¿porque la he cagado tanto? ¿Porque a pesar de tener una mujer que me quiso como nadie, no pude ser un buen hijo? ¿Sera acaso que ella debía algo en la vida como para tener un hijo tan ojete como yo? Y mientras las dudas giran y giran en mi mente saco una botella de mezcal y la veo con odio, alcanzo a distinguir mi rostro de alcohólico, de borracho de banqueta que no sabe de otra cosa que no sea beber y coger, beber y coger. Me veo y me pregunto ¿porque nunca le dije un te quiero? ¿Por qué a pesar de ser tan buena persona conmigo no pude decirlo? Soy un alcohólico y mujeriego, soy un hombre pendejo… aunque pensándolo bien, no creo ser un hombre, más bien soy un despojo. Mira mi rostro, tiene arrugas como las de mi madre y una belleza deplorable. Aunque la belleza es de física y no sentimental, pero quien necesita ese sentimentalismo cuando tiene vino ¡A beber chinga! No, no, no otra vez no, la pinche culpa es una asesina a sangre fría, me mira con ojos de desprecio y sensualidad, me quiere en su cama, se disfraza de colegiala y si me lleva será a una funeraria, no pienso caer y rodar por las escaleras. Madre soy totalmente una mierda. Tan solo mira con que harapos voy por las calles de mi nación que me vio convertirme en lo que soy. Necesito un te quiero y no otro vaso de alcohol, quiero me tengas en tu regazo y me cantes aquella vieja canción, la de tus tiempos jóvenes cuando yo no era un perdedor, cuando tenia un futuro premeditado, cuando no era un despojo descarado. Mira lo que te traje, es una cosa que te encantaba, es una virgen, tu virgen que alguna ocasión colgaste de mi cuello escuálido y que según tu… me protegería. Déjame llorar en tu sepulcro, ya solo eso puedo hacer. No me queda nada, absolutamente nada de lo que fui ayer. Esos años de niñez, en los parques recogiendo basura, buscando algo para comer. Déjame llorar, aunque esta vez no puedas secar mis lágrimas. Solo arrúllame con tu brisa cálida de verano, no me hables solo calla. Te adoro madre mía, no recuerdo ninguna otra alegría que el cielo me haya regalado. Solo tus besos y abrazos, tus cuidados y desenfados. Ahora solo quiero dormir en tu cálido regazo, ven por mi te imploro y mírame con encanto. Recuerdas cuando me extravié a los 10 años, me hice el fuerte para que pensaras que de mi no habría que preocuparse tanto, sin en cambio tantos años no bastaron para hacerte dejar de pensar lo contrario. Creo que ya es hora. Dame un segundo y en la eternidad te acompaño. Un sorbo al mezcal y una bala en el cráneo Poeta emergente, compartiendo escritos burdos a los transeúntes.
Página 1 / 1
|
julio luis acosta toledo
El cierre de tu escrito, está bien, terminas con frases armadas.
Compañero, un gusto conococerlo, y saber que mexicano es usted.
Tengo un buen amigo de la época que viví en Miami, mexicano el chavo, hasta ahora mantengo comunicación.
Ibrahim Rivera
Antn Pose Iglesias
Ibrahim Rivera
Lo Balljuice
Ibrahim Rivera