Lunar nocturno
Publicado en Nov 21, 2012
No tengo esperanza. Nada me mueve. Mis sueños los deseché por ser lo que son: sólo sueños. Soy ateo. Pesimista. Podría decirse que estoy muerto y enterrado. Pero, todos tenemos, (aunque sea), un pequeño corazón.
Hace tiempo, (desde joven, en realidad), me gusta tirar el dinero a la basura… visitando prostitutas y casinos. Esta es mi historia de amor. Si es que puede llamarse así a esa pasión desenfrenada que nos caracteriza a usted y a mí, estimado amigo. La conocí en un burdel, bailando, (o lustrando), el caño. Su figura, me pareció exquisita. Al momento, quise poseerla, destruirla. Cancelaría mi visita mensual al casino a cambio de toda la noche con ella. Era sublime, (si es que una puta puede serlo). La poseí. Luego, charlamos. Me puse el antifaz de Romeo, sólo por jugar con ella. Le pinté el mundo color de rosa. Cayó en mi trampa. La saqué del quilombo sólo para esclavizarla, diciendo todo el tiempo “te amo”. Es tan fácil engañar las mentes desesperadas. Pero, su consecuencia, no es tan sencilla de digerir… La acostumbre a la miseria. Solía golpearla, encerrarla sin darle de comer y demás torturas que las musas enfermas me dictaban, al oído. Pero, siempre, luego de la tortura, por lastima y juego morboso, la llenaba de besos y caricias. Siempre diciendo las palabras mágicas. No sé cuando, la cuestión es que terminé realmente enamorado. Locamente. Perdidamente. Ese fue el fin… Dicen, quienes saben, que, el que más ama, más se entrega; es más esclavo. Se invirtieron los papeles. Sólo que, ella, era pura; no me torturaba de forma directa; únicamente con indiferencia. La amé, como jamás antes había amado; sin guardar nada. Pronto, se aburrió. La empalagué, como lo hace toda miel comerciable. No tardó mucho en abandonarme. Entonces, mi mente, se quebró; no pudo soportar el golpe bajo. Mi única amiga, hoy día, es la soledad; (la amaré por siempre). Mi carcelera, la locura. Mi alimento, pastillas. Aún así, muchos son los juegos que practico. Dicen que el sendero es uno; que puedo estar más adentro o en la superficie. Pero, son tantos los desvíos…
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|