No write, yet
éran tres perros perdidos los que me cortaron el cabello la tarde de un jueves que parecía iba a llover.
 
Querida Josefina:
Si bien estoy feliz de oír de nuevo el sonido de las latas que gritan clamando libertad, me enorgullezco aún más de ser yo quien cuenta el cuento de esta loca vida tuya, yo, narradora de un cuento, voy tejiendo redecillas de sabor agridulce que entristece un poco el alma de su dueña. Algunas ocasiones acudirás a ella en su aceptable pero poco probable lecho de muerte, y en su tristeza reciente serás condenada a ser fiel seguidora de sus despechos y raros indultos para con sus lazarillos... Seremos mona linda las gobernantes de cada historia de cama, de cada noche, de cada dolor después de derramar gotas de alcohol sobre sus ojos, su boca, nariz, pecho, estómago, corazón, ser, y al finalizar en toda su razón encontrarás y serás culpada por todas su pasiones, lujurias, desenfrenos, cargos de consciencia y a seguir: con todas las gomas morales.
Me despido yo. Fiel escritora de cada uno de tus jueves una mañana en la que decidas no volver a respirar... una mañana que descubras un mundo un tanto irreal que rodea la roncha que carcome tu ingenuidad... Y! mi queridisima, mi tan amada y honorable locura que me acecha tiernamente.... no seré más yo quien se incliné para oír tus barbaridades... "...Yo soy Adela, me gusta el alcohol, la mota y el sexo oral..."... o lo que parezca salido de un libro. una película o una historia de las tuyas tan poco creíbles...
Así que júzgame locura, júzgame josefina... un tanto loca, un tanto estúpida, un tanto yo...
 
Siempre tuya.
 
(Ever mine,
ever thine
ever ours)