Aquella Flor
Publicado en Nov 22, 2012
Caminaba por aquella piedra rocosa mientras trazaba el camino con un ramo de rosas que iba marchitando. Poco a poco, iban cayendo pero sin gravedad, se quedaban en el espacio, flotando, buscando regresar de nuevo. Encontré un mar entero de pétalos cubriéndome, un mar entero de bellezas dejadas atrás por mí, buscándome, odiándome hasta la muerte, me llevaban flotando al igual que ellas entre el cielo, me mostraban su vuelo eterno, me mostraban sus velos transparentes que escondían formas y colores opacos, que escondían desencanto, pero aun así, no paraban de flotar. Decidieron al fin dejarme caer, entonces me deje llevar por el viento, lo sentí fuerte pasando por mi cara a toda velocidad... una velocidad que al final era yo quien llevaba, no me había dado cuenta que era yo quien estaba cayendo, que dentro de poco llegaría al suelo... pase horas ahí casi volando hasta que en un buen instante llegue, pensé por instante que la caída me mataría, pero un pétalo de esos hermosos que jamás dejarías ir, me detuvo, me mantuvo en su flote y me llevo a conocer todo su universo hasta llegar ahí, a ese lugar que ahora amo, a ese lugar que tanto anhele... me deje caer suavemente entre aquella flor mientras me hacía cada vez más pequeño y aquella rosa se transformaba cual gusano en mariposa, en un girasol brillante colorido y hermoso, un girasol que daba sin esperar…
…Entonces, me convertí en abeja...me convertí en parasito, me convertí en alguien que no puede vivir sin ti… Tu, Mi bella flor resplandeciente.
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Andrea Castellano