Las Aventuras de Mafalda con los E.T's
Publicado en Nov 23, 2012
Paseaba yo éste fin de semana por las huertas de mi pueblo, cuando una gran luz me siguó por detrás, susrrando mi nombre:
--¡¡Mª Amparo, Mª Amparo...!! pensé qué era el Manolico, pero el Manolico con su amoto. Pero la amoto del Manolico, no da esa luz tan potente. Me giré, y, ¡¡oh sorpresa, era un platillo volente lleno de extraterrestres: ... --¡¡Oh ilustre Mª Amparo, ha sido elegída de entre todas las mujeres, para subirse a éste excelso vehículo extragalactíco!!.--me saludó muy relamido un rubiales muy guapo. Ante mí, en semicírculo, varios E.T'S. de diversa estaura y pelaje. El que me habia hablado, era un rubio muy parecio a Brad Pitt, pero que mediría 2'15 de altura. Pelito largo y lacio por los hombros. Vestía como los caballeros medievalesde negro, capita de tercipelo y todo. A su lado, una replica del Yoda de las Guerras Galactícas de Spielbegr y Lucas. A los otros, no les pude ver bien el careto, por el casco, je. Contúve la risa, como pude. --¡¡Coño, El Yoda, y démas ralea de Spielberg, uys!!. ¿Qué qureís amados hermanos intergalactícos, de ésta humilde servidora vuestra?.--constesté haciendo un gran reverencia. El Yoda, me miró mal. --Habeís sido elegída, para concecer y tener un gran honor, con Su Alteza Imperial Rigoberto I de Aurúm...--recitó desganado el Yoda. (--¡¡Uys, éste quiere acostarse conmigo, el guaperas!!); pensé para mis adentros. Las Aventuras de Mafalda con los E.T.'S. 3ª Parte. La replíca exraterrestre de Mr. Burns, empezó ha parlamentar con mucha desgana: --Sómos una representación de nuestro planeta...--el Bradpitt de los cielos extraterrestres, le dió un un puntapie, al enórme sapo intergaláctico.-- hemos venido a vistar a sus Jefes de Estado, y ofrecerles nuestra ayuda en la csisis que padecén. Pero, trás la ardúa visita, hemos solicitado algo de diversión.--terminó el guaperas, de dos metros y medio. --¿Y...? --Entremos en la nave, si gustaís.--dijo ofreciendome su mano izquierda. --¡¡Ooohh, ostías!!. Pero, tengo la buena costumbre de no subir a níngun vehículo, sin qué se me presente, los colegas. --Su Alteza Imperial del Planeta Aúrum, se presenta ante vos, señorita.--se presentó el relamido principe de las estrellas.--Rigoberto de Aúrum.--haciendo una gran reverencía.. Intenté cómo pude ahogar miss carcajadas, qué pugnaban por salir de mi boca. Lo qué conseguí, fueron una serie de resoplídos, qué terrminaron en risas. --Y yo el Mayor Eustaquío de Aúrum.--farfulló mr. Burns. Yo me cogía los costados de la risa: Rigoberto y Eustaquío. ¡¡Vaya unos nombrecitos, para un par de E.T'S!!, pensé. Aunqué bien mirado, ése sapo henchido de orgullo, sí que le pega el nombre, ¡¡jjajaja, jjajajja, jjaja!!. --Respire hondo señorita, respire hondo por favor.--me indicaba el enorme Bradpitt.--Y tranquila, qué no queremos nada malo de vos. (¡¡Esó, ya lo se, coleguí, y de sobra, jijijiji, jijiij!!). Cuando finalmente, me tranquilizé, entre en la nave, cogida de la mano izquierda del bello principe extraterreste, seguidos del Yoda, quien era él que resoplaba. Y de su escolta, quienes se desternillaban de risa, ante el cabréo dede la simpatiquísima rana. La nave intergaláctica, era coómo un gran laboratorío, lleno de mesas con pequeños ordenadores personales. Y en medio de la sala , una gran pantalla de tv, qué emitía una especíe de Salvame, a lo extraterreste, con un Jorge Javier, de piel fucsía y barbas verdes. Carecía de pies y manos, y si grandes tentáculos, como los del puplo Paul. (Continuará...)
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