EL LIBRO DE URANTIA: UN PASAPORTE AL INFINITO?
Publicado en Nov 23, 2012
EL LIBRO DE URANTIA: ¿UN PASAPORTE AL INFINITO?
Vivimos tiempos en los que, al hallar consenso entre las aparentemente diferentes cosmovisiones, no resulta difícil -a la luz de la “nueva ciencia”- ver más allá de lo que la razón parcial y finita comprende. Dicha correlación está metamorfoseándose en un imperativo de sorprendente universalidad y validez funcional, acaso en exceso uniforme. Por ello, quienes se sienten impulsados a promover iniciativas especialmente arriesgadas y/o generosas requieren al menos de una pequeña dosis de fe para lanzarse a la empresa de desarrollar conciencia. Éste podría acabar siendo el único camino para ir más allá de lo que sabemos, para tener mayores argumentos de los que la filosofía se propone fundamentar. REVELACIÓN TRASCENDENTAL El Libro De Urantia es un titánico esfuerzo de 2,097 páginas, dividido en 196 documentos temáticos autoproclamados como una revelación hecha por seres espirituales/celestiales. La versión original en inglés, The Urantia Book, fue “transcrita” entre 1922 y 1955, e inicialmente publicada por la Fundación Urantia en 1955. Es ésta una obra científica, teológica y filosófica acerca de Dios, la ciencia, la religión, la filosofía y el Destino; un texto ciertamente controversial en su contenido y en su interpretación: mientras para algunos es un escrito filosófico, para otros sólo es ciencia ficción. En cualquier caso, no es necesario creer que El Libro De Urantia sea auténtico para beneficiarse enormemente de su lectura. Según esta fuente, todos los seres humanos somos una familia, hijos e hijas de un solo Dios, el Padre Universal. El libro nos presenta, así, una visión integrada del universo, de la realidad fundamental, que responde a los principios del holismo sinergético. También pretende abrir nuevas perspectivas del Tiempo y de la Eternidad, y revelar (¿qué tan?) nuevas ideas sobre la interminable aventura ascendente de encontrar al Padre de nuestro universo -un Dios amoroso/amigable que mantiene directa relación con Sus criaturas. La naturaleza y atributos de Dios son, entonces, argumentados en la medida en que se vinculan al universo y al individuo. Se afirma que el reino de Dios es una familia espiritual invisible destinada a convertirse en un organismo viviente que trascienda las instituciones sociales. Las instituciones religiosas contemporáneas, en ese sentido, pueden servir como una fuente adecuada de administración religiosa para nuestra sociedad. El centro material y gravitacional de todo el universo, el Paraíso, es referido como el lugar de origen de todas las formas de realidad: espiritual, de energía mental y material, vida y personalidad -algo así como la raíz genética de un universo jerárquico estupendamente organizado, que incluye billones de planetas habitados en todas las etapas de evolución física, mental y espiritual. De esta percepción totalizada se deduce que la ciencia, la filosofía y la religión son vistas como aspectos parciales de un cosmos mucho más grande y unificado. Pero El Libro De Urantia no preconiza una nueva religión organizada. Sus puntos de vista se sustentan en el legado religioso pretérito y de nuestros días, fomentando una creencia personal y viviente basada en la fe en Dios y en el servicio sincero a nuestros semejantes. Personas de todo el mundo han descubierto, una y otra vez, que el libro les conmueve en lo más profundo, cambia sus vidas, inspirándolas y alentándolas a lograr nuevos niveles de crecimiento espiritual. El texto tiene la facultad de contribuir significativamente al pensamiento religioso y filosófico de todas las gentes, el potencial necesario para transformar el destino del mundo. ¿LA BIBLIA CÓSMICA? El Libro De Urantia traza una de las más realistas/detalladas cosmologías materiales-mentales-espirituales en el campo integrado de la filosofía y la religión, ya que ofrece una figura coherente de las condiciones y naturaleza de la inmortalidad. La supervivencia depende del estado de realidad espiritual de la personalidad -determinándosele por las decisiones de libre albedrío del individuo hacia Dios, por nuestra lealtad a la verdad, la belleza y la bondad (conforme estos valores supremos van siendo sinceramente entendidos). En esta realidad universal, el error, el pecado y la iniquidad son actitudes necias, soberbias y suicidas. Las relaciones entre cuerpo, mente, alma y espíritu son explicadas con mucha profundidad y originalidad. El principal reto para el hombre moderno es hacer un esfuerzo balanceado y sano por lograr la conciencia hacia Dios. El crecimiento hacia la perfección del propósito y de la naturaleza espiritual ontológica se presenta como la motivación fundamental de la vida. El compendio de Urantia esclarece el origen y la evolución de sucesos en nuestro planeta. Además del desarrollo físico, incluyendo la evolución biológica de plantas, animales y humanos; estudia el progreso de la civilización, la cultura, las formas de gobierno, la religión, la familia y otras instituciones sociales. La sección que versa concretamente sobre el matrimonio y la familia tiene una apreciación histórica muy rica y realista de las relaciones entre hombres y mujeres, y un apartado acerca de las contribuciones de la naturaleza y la crianza en formar la vida humana y el hogar. Los documentos que tratan de la naturaleza y función de la religión, el propósito y práctica del rezar y venerar, y del lugar de la religión personal e institucional en la vida y la sociedad; están entre las mejores discusiones que se hayan impreso de estos temas. La cuarta sección de El Libro De Urantia se compone de setecientas páginas dedicadas a la vida y enseñanzas de Jesús (dieciséis veces más que la Biblia), en consonancia con el Nuevo Testamento. Esta magnífica presentación de la vida de Jesús aviva la imagen bosquejada en ese documento histórico. Su atracción universal persiste aunque se le vea solamente como una novela histórica. Dicha versión de la vida de Jesús llena los llamados “años ocultos” -de los doce a los treinta- y además escudriña las experiencias jesuíticas de encarnación y post-encarnación. Aún cuando sus raíces ontológicas y evolutivas se hallan ancladas en un pasado histórico verificable, El Libro De Urantia se orienta metodológicamente hacia el porvenir, tal como las teologías contemporáneas de esperanza. Las ilusiones de secularismo, reduccionismo y utopía son desafiadas con una visión del futuro que corta el aliento, basada en las duras realidades del desarrollo evolutivo condicionado del espíritu. A diferencia de muchas escrituras “canalizadas”, el libro rechaza las enseñanzas sobre la reencarnación y la astrología. Más, a pie juntillas con otras revelaciones ocultistas, contradice algunas doctrinas cristianas, incluyendo la eficacia de las Sagradas Escrituras, la simple Trinidad, la Caída del Hombre, el pecado original, la expiación sustituta de Jesucristo, fe y arrepentimiento para la salvación, la resurrección de la carne y el castigo eterno. El Jesús de Urantia denuncia categóricamente esta idea errónea de la absoluta perfección de las Escrituras y la infalibilidad de sus enseñanzas. Al final del libro, leemos: “Todo este concepto de la expiación y la salvación mediante el sacrificio está enraizado por el egoísmo... La salvación debe ser concedida para aquellos que creen en la paternidad de Dios”. NUEVA VISIÓN DE LA REALIDAD UNIVERSAL Este libro fue dictado hace 60 años a un grupo de norteamericanos por un conjunto anónimo de entidades que se autopresentaron como “Reveladores Celestiales”. El suceso se conoce como la entrega de la “Quinta Revelación Divina” a la Humanidad, desde que ésta apareció sobre la Tierra. Semejante procedencia no debería sorprendernos en absoluto, puesto que, desde la más remota antigüedad hasta nuestros días, la Humanidad viene siendo objeto de esta clase de revelaciones, denominadas actualmente “canalizaciones” por la subcultura norteamericana de la New Age. La misma Biblia es, parcialmente, fruto de estas revelaciones atribuidas a la Divinidad, como en el caso del Libro de San Juan, pero hoy son centenares las obras recibidas mediante estos procedimientos, donde lo único cierto es la identidad del receptor o de los receptores -a excepción de El Libro de Urantia, cuyo grupo transcriptor permanece en el anonimato, representado ahora por The Urantia Foundation, con sede en Chicago (Estados Unidos). Todo comenzó allí, en 1934, cuando tres norteamericanos empezaron a recibir mensajes, aparentemente en forma telepática, que fueron transcribiendo hasta completar las cuatro partes de que consta la obra, depositada inicialmente en la caja fuerte de un banco: 1.- El Universo Central y los Superuniversos. 2.- El Universo Local. 3.- La Historia de Urantia (La Tierra). 4.- La Vida y las Enseñanzas de Jesús. En 1950, un grupo de personas instruidas creó la Fundación Urantia y extrajo los documentos para hacerlos públicos. La primera edición del libro vio la luz en 1955; la primera versión en castellano, en 1993. Las enseñanzas de tipo universal que contiene pueden resumirse en la realidad de un Ser Supremo autosostenido, razón de la Humanidad, creador y sostenedor de todo lo que existe. Este Dios-Padre envió a su hijo y a su espíritu a residir entre nosotros para guiarnos hacia la verdad y la realización suprema -que consiste en hacernos uno con Él en su presencia una vez superado el camino de la perfección. Sean quienes sean los seres que dictaron o introdujeron la obra en nuestro mundo, insisten en señalar nuestra simple condición de mortales, tratamiento que utilizan a menudo en contraste con las jerarquías extrahumanas que gobiernan el universo (con las cuales ellos se identifican continuamente a lo largo de los 196 documentos). Según un trabajo extraído de Internet (Factores Históricos Asociados con la Materialización de los Papeles de Urantia), no ha habido ni habrá nunca una autoría humana adjudicable a estos textos. Siempre de acuerdo al citado texto, tampoco ha habido ninguna interpretación “oficial” de los papeles: “Las comunicaciones que han sido escritas, o que hemos tenido la oportunidad de oír, fueron hechas por un vasto orden de supuestos seres que afirman provenir de otros mundos en visita a éste en plan de estudio y observación, mientras se desplazaban de un universo a otro, o de un planeta a otro”. Estas comunicaciones posteriormente se atribuyeron a supuestos seres espirituales que, según se dio a entender, habrían sido asignados a este planeta para cumplir diversas misiones. Los testimonios coinciden en que nadie sabe, a ciencia cierta, quién transcribió y cómo los 196 capítulos originales de esta obra extraordinaria, enfatizándose así su total anonimato. UN LEGADO METACIENTÍFICO La naturaleza de esta obra que da cuenta de un universo infinito, de las jerarquías que representan su inteligencia espiritual, de los principios éticos que se conjugan con los aciertos y los errores de los pobladores de los mundos creados, dentro del juego representado por el libre albedrío en la vida de los mortales y de los inmortales; es, a ratos, muy intimidante. De pronto, evoca las genealogías de H.P. Lovecraft, igualmente sobrecogedoras... ¿Qué puede uno sentir si alguien le dice que hace mil millones de años la Tierra ya había alcanzado su tamaño de hoy, que está ubicada dentro de un universo local que, a la vez, es una pequeña partícula perteneciente al universo central y los superuniversos, que contienen unos diez millones de mundos habitados? Pueden citarse aportes hechos por la obra en forma de anticipaciones de naturaleza científica referidas antes de que la propia ciencia hiciera tales descubrimientos, como en el caso de las condiciones de algunos planetas de nuestro Sistema Solar -o como la afirmación, no constatada aún, de que el electrón no sólo es divisible, sino que cada uno está compuesto por cien micropartículas de alta energía denominadas “ultimatones”. “Este libro habla largo y tendido sobre el universo” -dice Antonio Moya Cerpa- “sus estructuras, su forma, sus límites, cómo surgen sus energías, cómo se transforman, cómo nacen las nebulosas, los soles, los planetas, etc. El libro es impresionante, y hay mucha sabiduría en él, como en la Biblia, pero pensamos que no debe ser mistificado, sino analizado, y que debemos tratar de extraer lo mejor de su contenido en bien del espíritu humano, de nuestra inteligencia y nuestra libertad”. El texto incluye temas como historia, sociología, paleontología, arqueología, evolución y otros muchos que dan forma a su marco conceptual total. Al sostener la existencia de una vastísima organización universal creada para fomentar la evolución de las criaturas materiales hasta el nivel de perfección paradisíaca, basando fundamentalmente esa evolución en la experiencia personal de la criatura; como mínimo, incluso los escépticos deberían reconocer que se trata de un libro admirablemente efectivo en estimular el pensamiento creativo en filosofía, religión y cultura. El consenso general entre miles de personas que lo han leído es que rebosa conocimiento universal. Sus ramificaciones son muy extensas, derramándose su sabiduría sobre casi cualquier área del espíritu humano -constituyéndose así no sólo en una fuente documental para el desarrollo y crecimiento espiritual personal, sino además en una de los surtidores de información más importantes, desde la Reforma, para la revitalización de la Iglesia Cristiana y la reestructuración de la teología. Dentro del Nuevo Testamento de Urantia, brilla por sí misma la figura de Jesús de Nazaret, un arquetipo de perfección humana que bien podría orientar mejor nuestras vidas. El Libro De Urantia dedica 77 documentos a la vida y las enseñanzas del Maestro, a quien llama Micael. La elevación y espiritualización de la criatura material es el propósito primordial de nuestro superuniverso y es el tema central de la revelación de Urantia. Cada ser humano en este planeta cuya mente sea normal -esto es, capaz de decisión moral- y haya cumplido los seis años de edad, está habitado por un fragmento absoluto cualificado del Padre Universal. Dios mismo reside en la mente de cada persona compartiendo todos sus pensamientos, sentimientos, alegrías, tristezas, temores y ansiedades; como guía inspiradora de la personalidad, pero actúa únicamente cuando la criatura -haciendo uso de su libre albedrío- la busca por propia iniciativa. Este fragmento residente realiza una copia de toda experiencia de la criatura que sea de valor espiritual y la mantiene para que sea parte integral de la criatura al despertar tras la muerte física. Se define el pecado como la oposición consciente y volitiva a la voluntad del padre. Por ello, vivir buscando hacer la voluntad de Dios es equivalente a esforzarse por vivir cada vez más en armonía con los más altos ideales de cada uno. La remisión de los pecados debe entenderse como el restablecimiento de las relaciones leales entre la criatura y su creador. Como se ve, es un camino muy largo de perfeccionamiento y espiritualización para transformar a la criatura material en un espíritu exaltado -más de quinientos niveles pre-espirituales y mil millones de escalas antes de alcanzar al Padre. Una vez andada esta senda, la criatura material se habrá convertido en la única del universo que conoce todos los posibles niveles de existencia por experiencia vivencial propia. En relación a las críticas, que las hay y muchas, los seguidores de El Libro De Urantia adoptan diversas actitudes. Los lectores más fieles confían en que, con el tiempo, todas las afirmaciones contenidas en el libro se demuestren como verdaderas, aún contradiciendo lo que el mismo libro dice. Otros lectores aceptan muchos de estos errores y rechazan la utilización del libro como fuente de saber científico. Por otra parte, algunos avances científicos producidos entre 1925 (fecha supuesta de la primera redacción) y 1955 (fecha de la primera edición), que sí tienen cabida en el libro, son presentados por sus seguidores como prueba de su carácter profético, mientras que los incrédulos afirman que son retazos añadidos durante el largo proceso de revisión y edición. RELACIÓN CON LAS SAGRADAS ESCRITURAS El Libro De Urantia no se basa en la Biblia, pero es consistente con sus enseñanzas espirituales. Contiene, de hecho, muchísimos más detalles acerca de la vida de Jesús. Los estudiosos estiman que el Nuevo Testamento describe solamente 29 días separados de la vida de Jesús, mientras que la descripción de Urantia llena 775 largas páginas con la historia, día a día, del Hijo de Dios, quien vivió en la Tierra casi ¿36 años? como hijo del Hombre. Ambas fuentes están completamente de acuerdo en la defensa de las realidades espirituales de esperanza, fe, amor, gracia y vida eterna. Sin embargo, quisiera destacar tres doctrinas donde El Libro De Urantia discrepa completamente de ciertas interpretaciones bíblicas comunes, a saber: la infalibilidad de las escrituras, el pecado original y la doctrina de la expiación. Con respecto a la doctrina de la infalibilidad de las escrituras, se indica que todas las cosas que pasan a través de las mentes y manos de los hombres llegan a ser en mayor o menor grado humanas, y que ningún libro, incluido El Libro De Urantia, contiene la Verdad Final. Las revelaciones de la verdad proceden de Dios, pero ninguna revelación se acerca a la del mismo Padre, que sí sería completa. Más aún, Dios no detuvo la revelación de Sí mismo a sus hijos terrenales en la primera centuria de nuestra era. Deberíamos honrar las escrituras sagradas de todas las religiones, sin cometer el error de cuasi-idolatría, de hacer de ellas objeto virtual de adoración, algo que Dios nunca intentó hacer. Dios es la fuente de la verdad -no el libro, la tinta sobre el papel, ya sea la Biblia, El Libro De Urantia o cualquier otro escrito. Un libro puede ser una fiel representación de las más altas realidades, pero no la realidad misma. El mapa de ruta no es el camino. El Libro De Urantia rechaza las doctrinas del pecado original y la expiación como una equivocada representación del amor del Padre Celestial. Esas doctrinas sostienen que, como resultado del pecado de Adán, toda la humanidad llegó a quedar maldita con la herencia de culpabilidad. Aún los bebés recién nacidos eran “hijos del demonio”. Según esto, Dios deseaba perdonar al hombre, pero no podía hacerlo hasta que alguien completamente inocente pagara el precio del pecado de Adán. Traducido: la justicia de Dios requería que se vertiera sangre para que Él pudiera olvidar el pecado y rescatara a la Humanidad de las garras del demonio. Por esta razón, Dios arregló todo para que Jesús fuera sacrificado en la cruz. El Libro De Urantia, por el contrario, establece que fue la maldad del Hombre, no Dios, la que llevó a Jesús a la cruz. También enseña que Dios siempre tiene amor para sus hijos en la Tierra y que nada puede separar a un individuo de Dios, excepto su propia y personal maldad -Jesús murió por la Humanidad tal como vivió para ella, pero Dios no requirió que Jesús muriera en la cruz. Jesús no necesitó conmover el corazón divino del Padre Celestial para que amara y perdonara a sus hijos terrenales. En un análisis final, El Libro De Urantia puede hablarte o no. Si resultara no ser para ti, sólo habrás arriesgado un poco de tiempo con tan fascinante trabajo. Y si sus verdades encuentran respuesta en tu corazón, tu vida podría cambiar para siempre. No es necesario decidir por anticipado si lo que lees en el libro es verdadero o falso. Simplemente toma el tema y léelo como una ficción. El libro encierra algo para cada persona que esté dispuesta a examinar sus páginas buscando un criterio relativo a la verdad. Las palabras del mismo Jesús aseveraron que muchos profetas y grandes hombres de la antigüedad hubiesen deseado comprender esta sabiduría que no estuvo a su alcance. En palabras del poeta, ensayista y traductor Jenaro Talens: “Pero vivir es siempre la aventura a que nos mueve el otro, un riesgo impune donde apostar con ganas a un destino más favorable que la muerte...”. Jorge Antonio Buckingham
Página 1 / 1
|
Jorge Buckingham
LETICIA SALAZAR ALBA