Camino tranquilamente por mi jardín;
Mientras lo hago me dejo conquistar
Por aromas de azahar y jazmín
Y se deleitan mis oídos
Con el cantar, dulce y alegre
De las aves. 
 
En una nube de sensaciones envuelto
A mi alrededor la belleza contemplo
Hallo así miles de sentimientos
Entre colores escondidos.
 
En el rojo encuentro el amor
Lo pierdo entre tonos violetas.
El amarillo del sol transforma en alegría
La tristeza del gris
En el cielo reinante.
En el verde encuentro la paz;
El vacío del blanco lleno con ella.
Sigo observando y con el azul
Encuentro la pureza que faltaba. 
 
Sin cesar la vista,
Entre rojos y verdes elijo un lugar 
Y allí, con cuaderno y lápiz, me siento.
 
Cierro los ojos y abro las puertas
De mi alma para dejar entrar
A la semilla de la pachamama.
 
De pronto, en mi mente
Jardines comienzan a brotar;
En ellos crece el amor
Mas no sin espinas
Y en compañia de la locura.
 
Alrededor de él
Crecen la paz y la pureza,
La amistad y la belleza, 
La incertidumbre y la nostalgia. 
 
Crecen también en la oscuridad 
El odio y la maldad 
Por la ignorancia guiados. 
 
De pronto, jazmines
Rosas y algarrobos
Comienzan a transformarse 
Pues sus colores son capturados 
En el alma de las palabras
Que, cual pájaros asustados,
Huyen de mi mente.
 
Lentamente, vuelvo a la realidad
Siento en mi alma de las aves el cantar,
Aromas de azahar y jazmín llegan a mi,
A mi alrededor ya contemplo mi jardín.
 
Aún incorporándome a la realidad
Bajo la vista para ver mi cuaderno 
Valla sorpresa la que me dá
Al ver el poema
Que hace instantes soñé!