Exilio
Publicado en Aug 08, 2009
El Sereno suelta su fraseó:
- " Sereno, dos y media y en calma"-. Yo, sin dormir, palpito en mi recámara. Más que recámara es una bóveda y una gruta de historia y remordimientos. Otra vez el insulto del insulzo insomnio me ataca por la espalda a navajazos. Sin aspavientos pienso en mi destierro: Esta es una tierra de nadie y yo un arrimado. Aunque el jilguero canta donde sea. Soy transitorio en la cama y en el tiempo. En esta habitación distante y vacía respiro un aire abrasivo que me constriñe. Lloro con las lágrimas cayéndome hacia adentro... Las indagaciones me evalúan desde el espejo. Cuento uno, dos, tres....cien ovejas pero se van a la espesura de la nada. Las sombras concéntricas y negras me miran cautelosas: Tienen conciencia de mi temperamento. Me catalogan como un extraño en esa ísla a donde fui llevado por ser un animal político. Cierro mis párpados y pienso en los cerezos. Prefiero esta soledad a las pulverizaciones de la cárcel. Por lo menos aquí no se me tortura y tengo una mesita y unos pergaminos donde escribir.. Mi mente se extrapola al mundo de los hombres libres: La libertad y la democracia han sido mi opulencia las he soñado girando sobre sus ejes mágicos. Pero en esta soledad ancestral siento que casi me he desvanecido. Llevo en mí la llama peligrosa del artista: Esos que pueden hacer llorar a las razas y a los esqueletos pero sufren los vejámenes de una mariposa. Mi boca es un vendaval que va cayéndo y creciendo. Mas cuando regrese a mi patria y mis entrañas estén nuevamente en su sitio. Me perderé entre antenas y troncos silvestres y para evitar más calvarios, solo enseñaré aritmética.
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