El susurro del viento.
Publicado en Nov 24, 2012
El alcohol aun sigue en mi sangre, como los recuerdos que tengo, que nunca se irán.
El humo del cigarrillo, y mi silueta en el rincón, quedaran en mi casa para siempre grabados como la humedad en la madera, dicen que el sol la seca pero no quiero al sol, odio al sol. Ah! el odio... el odio es algo que vive en mi, mas aun cuando no obtengo lo que quise, serán caprichos? no lo creo, cuando se trata del amor... Aun mis dedos están fríos, aun mis ojeras están moradas, las venas llenas de sangre resaltan en mis ojos, y tapan la parte blanca... Mira lo que has causado, todo esto, que soy ahora... En las noches, cuando las lagrimas se escapan de mi rostro, una alma viene a consolarme, a contarme historias de vencedores. Gracias triste y muerta alma, no quiero tus fríos abrazasos y ni tus muertos labios, ella se llevo mi corazón y han de saber los sabios que hace con el... Solo quiero escuchar el susurro del viento... Aunque decaiga en este mal, yo se que todo terminará, y aunque pueda verte siempre, aunque pueda sentir que estas cerca, jamás te olvidare, las palabras son muy diferentes al sentimiento. Es solo el momento justo, de decir adiós, dejo este hogar abierto, para que las almas la habiten, pobres almas... Camino al bosque de noche, puedo sentir como todos miran, puedo sentir el frio cortarme la piel, como si se trataran de tus besos... Eras perfecta, aun te recuerdo, pueda que el alcohol tape mi sangre y me haya cegado, pero aun te recuerdo. Ahora siento el susurro del viento… Estoy ebrio, aun recordando, porque todo pasa? Porque no todo queda bien? Porque… porque… Estoy solo, en todo esto, Armo el nudo que me enseño la vida, dejo escapar mi sangre como me enseño la mentira, y lloro como me mostro la verdad… Con una sonrisa, me elevo hacia el árbol, puedo sentir la niebla tocar mi cuerpo, puedo escuchar a la muerte, y puedo ver a los lobos aullar a su amada. Abro el libro, el libro que escribí todo este tiempo sobre ti, lo que tu escribiste, lo que escribimos… Y me acuerdo, de la rosa roja, con espinas que te regale, y para que nunca muriese, la guardaste en el libro, en la pagina de nuestro primer beso… Tantos años, tantos años… Solo hay una luz, la luz del fuego, y con Lucifer atrás mío susurrándome “ quémalo… quema los recuerdos…” Lo hice, ese libro maldito de tantas mentiras, de tantas excusas, y tantos sentimientos, las cenizas se elevaban… Al susurro del viento… Lloro, recordándote, pongo la cuerda en mi cuello, y con la rosa marchita de nuestro amor, con una lagrima en mis ojos, y de de mis fríos labios y mi seca boca, se desprende: “Aun no estas muerta, porque vives en mi, moriremos juntos, como una familia feliz… Todo estará bien…” Y un salto al mas allá, un apretón en mi cuello, la única fuerza que queda esta en mi mano, que sostiene la rosa marchita… Antes de morir, quiero decir, que lo ultimo que sentí, fue verla a ella, mirándome a los ojos, con la misma rosa roja, pero viva y feliz… Al son, Del susurro del viento...
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Federico Di Lorenzo
FELICITACIONES!! espero seguir leyendo tus textos
Martin
Saludos!