Ser o no ser siendo.
Publicado en Nov 25, 2012
Hace algún tiempo, no mucho, volví a ser yo, se que suena raro, pero uno puede dejar de ser uno mismo y convertirse en otro, sin saber muy bien por que, ni como, ni cuando; no se si lo sabes, pero estas cosas ocurren., pero ¿que es lo que pasa? ¿Que hace que uno deje de ser lo que no es para ser de nuevo? ¿Y que es mientras es sin ser?
Hoy me he dado cuenta, no de todas las respuestas a las preguntas anteriores, aunque eso hubiera estado bien, pero quizás me di cuenta de algo más importante que todas las respuestas a las preguntas anteriores, me di cuenta de las preguntas. ¿Quién soy hoy?¿el que es o el que es sin ser? lo malo de esta pregunta es que me lleva a un laberinto de preguntas para intentar responderme a mi mismo y temo perderme, y no encontrar ni al que es, ni al que es sin ser, pero ya he comenzado a preguntarme. ¿Soy mientras escribo el que soy, o el que soy cuando soy será el que es cuando vuelva mi vista al principio del papel y lea esto, como si fuera, algo que alguien dejo escrito para mi, respondiendo a mis gritos en la noche? Y si es así…. ¿que grite en la noche? ¿Quien soy o quien eres? Supongo que la diferencia entre uno y otro es minima, imperceptible como una átomo o una molécula, y pasa desapercibida, ante los ojos de los demás que me juzgan como si fuera cuando no soy, y ante mis ojos, por que ni siquiera yo puedo percibirme, juzgándome cuando no soy como si fuera. Así que los cambios en el ser y en el ser sin ser, no se dan físicamente, pues en los otros y en el que es sin ser, no se da conciencia de los cambios que puedan producirse fuera de la forma física. ¿Quiere decir esto que el cambio se da a nivel neuronal? Quizás si, y quizás no, ¿por que acaso el que soy sin ser no tiene recuerdos, conductas o emociones, tantas como el que soy cuando soy? Quizás el cambio no este a nivel neuronal, si no aun nivel emotivo-interpretativo. Hace algún tiempo, no mucho, volví a ser yo, despertando de mi cama cada mañana al primer toque de alarma, sin remoloneos entre sabanas, abriendo mi ventana para mirar al cielo, no para medir al día en temperaturas de frío o calor, si no, por que desde hace algún tiempo, no mucho, vuelve a encantarme que mi primera imagen del día sea el cielo, soy conciente de eso, mientras un cafetera echa piropos en formas de silbidos que llenan con su aroma, a tostado despertar, la cocina de la mañana y se que ese soy yo, por que el agua con el que limpio mi cara me refresca, no la piel si no el alma, y apoyado en mi escritorio, la inspiración me devuelve las palabras que me robo hace algún tiempo, algo mas que un no mucho, y escribo un folio, o medio, o ni siquiera un cuarto, pero mientras escribo, escriba cuanto escriba, me veo y me escucho, me imagino y me siento, y luego la ducha, me recuerda al momento de nacer, y la menta de la pasta de dientes, me transporta a tantos besos y tiene gracia, en esos días comprendo que es una sonrisa profident sin parar a mirar el color de mis dientes. Hace algún tiempo, no mucho, volví a ser yo, pero no me lo dijo ningún espejo, me lo dijo la fortuna, o el sentirme afortunado, por comer un plato que yo mismo cocine, me lo dijo la fortuna, o el sentirme afortunado por la voz al otro lado del teléfono “¿hola mama, que tal todos?... ¿puedes pasarme con papa?...os echo de menos”, “¿si quien es? !Oh¡ amigo, que bueno que llamaste”, “¿Qué me dices, todo bien?...hermanito te quiero”, “¿Qué como lo tengo esta tarde para un café?”, “amor, algún día volveré a verte, esa es mi suerte…cuídate tu también….ciao,ciao”. Perdona la tontuna pero me lo dijo la fortuna, o el sentirme afortunado, de no tener tanto como otros y tener mas de lo que deseo que es menos de lo que me has dado. Hace algún tiempo, no mucho, volví a ser yo, lo se, por las ganas de saber, por que en la tarde el reloj me observa sin señalarme, por que ando el parque que lleva hasta casa viendo hojas en el suelo bajo árboles helados, el otoño ya da paso al invierno, y mientras anochece, el yo que soy sabe que mientras hablo con la luna no puedo mirar a los infiernos, y en esos días, antes de un buenas noches, la noche escucha un “perdóname por mis ausencias, por el ser sin ser o el no ser siendo y comprende, que este te odio de cuando no soy nace del cuando soy por que te amo, solo que la diferencia es imperceptible, como una molécula o un átomo; comprende, que en las pequeñas cosas, esta la raíz de lo que pensamos” “Ser o no ser siendo”
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