Textale

Ávido de amor.

Publicado en Nov 25, 2012

Siempre me arropa ese viejo temor, el de encontrarme con un ávido de amor.

Hay que tener cuidados especiales con ellos, porque en vez de abrazar aplastan

o lo que es peor en vez de besar chupan, el habido de amor no se conforma con lo que se le da sino que siempre vive demandando más y así nunca está satisfecho.

Apareasen en los días grises cuando el sol brilla mucho menos
a si su extraña refulgencia no le delata a distancia y pueden acercarse,
con su piel húmeda, fría, pegajosa.

Los habidos de amor no tienen paz porque si se tranquilizan pueden desaparecer, no tienen amigos por que se temen hasta a ellos mismo, no respiran por qué no toleran el aire fresco de una compañía de ahí que siempre están solos.

No aguantan la exultación por eso no están en las fiestas, en los bares, en los billares ni en ningún lugar que exprese alegría, por eso están en lo oscuro donde nadie lo divise y a si de sorpresa se te abalanzan encima y te pueden atacar.

Para ello el único repelente que le aleja es la alegría por eso mi riza denotada, mi apacibilidad marcada, y mi sigilo con las personas que concuerde con uno de estos rasgos que le definen.

Para alguno que este apunto de encontrarse con un ávido de amor recomiendo que huya despavorido y aborde el primer autobús que encuentre ,si no más bien evite que las protuberancias que tienen como brazos lo toquen pues quedaras envuelto en una especie como de telaraña húmeda pegajosa.

pero si se encuentra con ellos de espalda a la pared y no tiene por donde huir entonces es el momento de volverse mago abrir una puerta interdimencional y largarse…Les aseguro que es mejor pulular por las diferentes dimensiones espaciales que caer preso en brazos de sus desalmados corazones.

DDSD.

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