un día iba caminando y decidí sentarme, me sentía exhausta, y a mi lado se sentó un caballero al cual de la nada le hablé y le pregunté "¿porqué la vida te da tantos malos ratos?", el caballero solo me sonrió.
En un comienzo me sentí una tonta preguntándole algo a alguien que ni conocía, y mas haciéndole una pregunta como esa.
Miré hacia todos lados, en donde me daba cuenta de que la gente seguía su vida, nadie se miraba (ni me miraban), sentía que todos llevaban una venda en sus ojos, pocos sonreían, y quienes lo hacían, eran niños, yo desde ese lugar me quedé sentada mientras seguía mirando al caballero que no paraba de sonreírme,comencé a sentirme un poco incómoda, porque él me miraba y me miraba sin gesticular palabra alguna, comencé a llorar, me tomé la cabeza y la metí entre mis piernas, sentía que muchas risas irónicas me rodeaban la mente, muchas preguntas, muchos recuerdos que me dejaban bloquedada para poder actuar o realizar algún movimiento.
Cuando me doy las fuerzas,levanto la vista para lanzar un grito desconsolado, veo que no hay nadie, el mundo soy solo yo, el mundo se detuvo, miro asustada frente a lo que tengo, quiero correr, pero mis piernas están pegadas a ese banco, mi corazón se va a salir,pongo las manos sudorosas en la banquita y me doy cuenta de que bajo de una de mis manos hay un papel, cuando lo tomo, comienzo a leer detenidamente lo que dice:
"NO TEMAS A LOS MALOS RATOS...¡VÍVELOS!, SUEÑA, RÍE,QUIERE,AMA,LLORA, REALIZA TODO LO QUE UN DÍA TE LIMITASTE A HACER, NO ME HAGAS PREGUNTAS, QUE CUANDO ESTÉ A TU LADO SIEMPRE REIRÉ, PORQUE ESTÁS CONMIGO, Y TENIENDOME FIRME Y A TU LADO, NADA TE VA A PASAR, CREE Y CONFÍA, ¡ATRÉVETE!,NO TE AREBATES, SOY QUIEN VISTE A TU LADO Y QUIEN NO TE CONTESTÓ PORQUE TODO LO TIENES...¡SIEMPRE ESTARÉ PARA TI! Y POR NADA DEL MUNDO TE VOY A DEJAR SOLA, Y POR MUY ENCEGUECIDO QUE VEAS EL MUNDO"Un caballero, el caballero que dices llamar DIOS...Mi cara cambió,ya no era la misma de antes, ya no estaba triste, me sequé las lágrimas, me levanté de la banquita y con la confianza de ese caballero, decidí seguir caminando....
Mis respuestas fueron concedidas...
jorge alberto martinez valdez