Las heridas son rasgadas por la música; en ella el dolor expira silenciosas melodías donde nace una celeste lágrima de translúcida mirada alrededor de una líquida voz dentro de un latido exhalado cuando llora un violín. Sus ojos iluminan con la sombra de la dulzura el néctar de la Esperanza. Las nubes son la azul aria que abrigas cuando miras. Tus manos semejan el papel cubierto por la bella respiración acurrucada fuera del amanecer. Tus pensamientos son la almohada donde la luna bebe el tierno reflejo en torno al oscuro brillo. Es de noche: las estrellas callan y los sueños despiertan. Las letras susurran el amargo caramelo lejos del tiempo. La distancia se acerca donde la escuchen andar. El lápiz se me gastó; comienzo a escribir con el corazón. Me preguntas quién soy. Te pido una respuesta ¿Por qué sueño? Porque sin ti no soñaría ¿Dónde quiero llegar? Donde la palpitación nos deje hablar para decirte que el arte por arte es vivir; es morir sin límites de veces para caminar, llorar y nacer de una semilla, que aún debe de aprender para mirar al Sol; mas, recuerda el perfume de la tierra cuando beses las nubes, porque la lluvia no olvida a quien vio nacer, ni mucho menos cuando lo ve morir ¿Para mí qué es la muerte? El límite que nos da la vida para cambiar. Hay quienes mueren, porque miran en su atrás un no sufrimiento; hoy son personas tristes, cuya soledad es el féretro de muchos sueños que dejaron dormir para siempre ¿Te puedo llamar amiga? hoy se despiertan miles de metas, satisfecho de haber llegado a ellas, pero, se olvidó quién venía atrás. No me importa si llegaré o no a la meta, porque cuando deje de pensar en ello... la estaré viendo desde la cima. Hay quienes creen que jugar no es de grandes, son aquellos que siguen siendo pequeños, porque la grandeza es de quien nunca deja de crecer. La Alquimia me enseña, que un sueño es una realidad aún sin despertar. Esperanza, se alimenta de sueños, pero, también, de tristezas, porque ante toda luz hay una sombra, mas, ésta te dice dónde comienza, porque en la vida caer es señal de humildad, ya que regresas a la tierra donde naciste. A su tercera caída, un Hombre -en un fragmento de segundo- mediante una lágrima... las piedras abrazaron su líquida voz.
     Si alguna vez te sientes sola, no pidas compañía; no seas egoísta contigo misma. Hay quienes lloran por haber llegado a la meta, y aún siguen llorando. Mira atrás: no dejaron crecer a un niño; ahora piden perdón por no saber jugar; por alimentar con hambre a Esperanza, ya que dejaron podrirse en el papel un sueño; tuvieron miedo al desierto. Aquel SUEÑO perdió su magia; ahora es una ilusión. Se juegan la vida, en lugar de jugar en ella ""¿Creíste en los sueños?" -te pregunta tu ángel. Continúa. "Escucha la lluvia, quiere compartir contigo una canción, como tú lo has hecho con ella cuando lloras. Escucha cada líquida melodía. Espera... te quiere hablar (un corazón sincero siempre escucha). Alguien espera por ti; alguien conoce quién eres; búscalo, porque juntos conocerán la Melodía del Universo. Te ama". Si quieres saber más, tu ángel espera para hablar contigo.
     ¿Por qué escribo? A mis diecinueve años encontré la búsqueda de un sueño, ¿cuál? Me has dejado leer cada instante tuyo, en un segundo que me dice quién me dice quién es Iva. Por primera vez no sé qué escribir, porque aun cuando quisiera decirlo... esto no abarcaría ni una décima de renglón. Por primera vez siento miedo: trazar cada palabra es mirar tu corazón, ¿por qué? El está lleno de muchísima luz, que si la miro... terminaré enamorándome -como al inicio de mi búsqueda- de ti. Quisiera no tenerte en mis pensamientos, porque durante años he querido comprender a las mujeres para borrar las raíces de un dolor. Soy tonto, porque mi corazón tiene "razones que no entiendo" -de igual manera el tuyo-; mas, me gustaría conocerte más para enlazar mi alma contigo; para aprender cuánto puedo amar a una mujer; para llorar tristezas y alegrías, junto a quien comparte su sangre de artista con alguien quien disfruta del arte ¿Por qué no quiero pensar en ti? Porque si lo hago... ¡Sufriré... sufriré por no amarte suficiente!