Benditos Días. . .
Publicado en Nov 27, 2012
Ya me había olvidado cómo era vivir sin ataduras, a correr y acelerar a fondo sin miedo a cruzarme con algún tipo de dudas. Cada que divago por las calles, por los campos y frescos lugares, donde la tranquilidad y la calma reinan como un quieto arcoíris al final del lago. Por cada paso que doy, es uno más que se aleja de absurdas ideas, de recuerdos tan poco considerados por tu parte, y que sin embargo no tengo por que culparte. No has logrado tocar tan si quiera, la calma y la belleza que se aloja muy dentro de esta infinita tristeza, esta misma que llevo como alma en pena, a donde quiera que yo vaya, siempre me tendrá atado como a un canalla que con ansias espera su condena. Raras son esas veces que me da por voltear a verte, y cada que lo hago, una simple y cínica sonrisa se escapa entre mis dientes, me revuelco por dentro al ver ese sucio tormento que hace mucho tiempo yo viví; todo es color rosa, te alegras con cualquier cosa que de su boca te enloquece y te “enamora”. Tanto he escuchado que para el amor, no existe edad, coño me desespero y enloquezco de fría indiferencia de cuando veo a esas personas al lamentar la pérdida de su tan amado sueño, ese que prometían no perder jamás, ellos saben que todo tiene un fin, es ley de la naturaleza, todo tiene un propósito, un punto de llegada y al final, la nada. Pierdo los estribos por completo como un perro hambriento cuando olfatea el aroma de la carne putrefacta, en ese momento en el que te das cuenta, que las cosas del amor han sido pervertidas, arrumbadas y remplazadas por estereotipos tan absurdos y con tan alta discrepancia, que vuelvan los viejos días, en los que se regalaban flores y suaves poesía de amor, sin tener que vivir el temor de sufrir un rechazo, que te torture, te lastime como un hachazo al corazón, y que sea bendita la frágil razón, esta misma que nos conduzca a la paz interior, sin tener que depender de otros, sólo de uno mismo para conseguir el absoluto perdón. Que todo vuelva, que nada se quede y se pierda, seguro ya es tarde, nadie esta de acuerdo con todo esto que expongo y lo digo sin alarde, benditos días de calma y serenidad, estos que ya no se acuerdan de ese triste rechazo, me quedo como un loco descerebrado todavía en busca de su loca descerebrada, para compartir, y vivir días de plenitud, de infinita ternura sin mencionar con ansias a la pasión, seguro ella ahora me espera, sólo necesito preguntar como llegar a ella, y no mirar hacia atrás, no quiero hacerla esperar, pero maldita suerte al no conocer en donde está. . .
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