Revivirte
Publicado en Nov 29, 2012
Pretendí encontrar su rostro en las nubes, más lo único que logré fue vislumbrar un pequeño pájaro con ansias de ser tan poderoso como un cóndor y poder surcar el azul cielo que se mostraba tan infinito y que se muestra vacío para aquellos que temen conocerle.
Bajé la vista y seguí caminando con la mirada al suelo y esperando que las pequeñas y grisosas rocas en mi camino dejaran de fingir inercia y comenzaran a susurrar lentas y románticas, los versos de amor que habían escuchado de mi amado las tantas veces que juntos, tomados de la mano, caminamos por allí. Los árboles danzaban con el ir y venir del viento; el cielo se tornaba rojizo y las cigarras pronto iniciarían su melancólica serenata crepuscular. Yo esperaba, esperaba nada más, a que el alma de los recuerdos cobrara vida en los escenarios de lo que fue el añorado y mutuo ayer. Cada paso propio tenía su aroma, como si él estuviera ahí, a mi lado, en cuerpo, más no en alma. Deseé por un instante desaparecerle hasta que recordé que me encontraba sola, o quizás estaba acompañada: Por su ausencia. Un instante lleno de vació y más fugaz que la eternidad, convirtió el camino en un sendero muerto; me descubrí débil y agonizante. Exclamé su nombre y una gota de su alma bajó indecente por mi mejilla. Fue todo totalmente claro… Quizás esta sería la última vez que le perdía desde el día que le perdí.
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delofe
(Por alguna razón extraña, el recuerdo es lo único que nos hiere, Lo único.)
Excelso poema.
Leí en Internet " que la única que puede entristecerte es la única que puede salvarte"
(JAJAJA)
Ni se lo que digo, Buen poema de amor (se entristece).