ERES ESTA, PRECISAMENTE ESTA
Publicado en Nov 30, 2012
Homenaje literario a mis recientes amigas de Textale Eres sensual cuando duermes pero también si estás despierta. Sensual cuando caminas por solitarias callecitas de mi pueblo y sensual cuando estás sentada tomando café y observas la gente que pasa. Eres sensual cuando hablas y también cuando callas mucho tiempo. Para nosotros dos, mucho tiempo no va más allá de tres minutos. Eres sensual si estás vestida. Sensual, semidesnuda. Y definitivamente sensual cuando estás definitivamente desnuda. De tales sensualidades ambos tenemos la culpa, pero no nos sentimos culpables. Por tal motivo eres sensual cuando te acaricio y sensual cuando me acaricias. Eres sensual si te maquillas y sensual si no lo haces. Por ejemplo, hoy tu cara está húmeda de lluvia. Eres sensual cuando te perfumas y sensual cuando hueles a ti misma, a íntimas fragancias naturales de tu cuerpo. Hoy, por ejemplo, ¿de qué lugar de tu piel sube olor a manzana? Eres sensual al amanecer y sensual al anochecer. Pero durante el día, también eres sensual y por eso creo en cada uno de los días de la semana y cada uno de los meses que hemos vivido juntos. Eres sensual cuando me aseguras: “Te amo”, pero te pones más sensual cuando me incitas a repetirte centenares de veces, en múltiples tonos y sin metáforas: “Te amo”. Eres sensual porque debo creérmelo con solo cien veces que me lo expreses, mientras no te satisfacen las mil que debo repetírtelo. Aunque seas libidinosa, eres sensual. Aunque seas concupiscente, eres sensual. Aunque seas lúbrica, eres sensual. Aunque seas impúdica, eres sensual. Aunque seas obscena, eres sensual. Aunque seas pecaminosa, eres sensual. Aunque seas indecente, eres sensual. Aunque seas inmoral, eres sensual. Aunque seas escabrosa, eres sensual. Aunque seas lasciva, eres sensual. Esto tiende a confundirse o volvérseme más sencillo porque eres sensual en la realidad, pero también eres sensual en la imaginación. Eres sensual cuando te pones romántica y sensual cuando eres impasible. Eres sensual cuando me relees poemas eróticos de la venezolana María Calcaño y sensual cuando, en medio de sus versos, recuerdas que no hemos pagado el recibo del agua. Eres esta, precisamente esa, sensual cuando no quieres serlo y sensual cuando te lo propones. Lo difícil, creo yo, es cuando te descubro sensual para los demás. Entonces no te quiero tan sensual aunque sigas siendo sensual.
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LUIS FERNANDO FRANCO CEBALLOS
Daniel Florentino Lpez
Pero has logrado un texto muy bueno y con mucha altura
Adhiero a este homenaje a las mujeres (o tal vez a esa mujer)
Un abrazo
Daniel
Battaglia
Ni que decir, Umberto, sabe bien que me has dejado enamorada de este texto
Umberto Senegal