Eres la más bella de todas las mujeres, ¿por qué? Porque en el brillo de tus ojos está el reflejo de las estrellas. En cada estrella las letras son testigos del silencioso latido del Universo. Tu dulzura y ternura son la esencia donde esta carta es trazada con el perfume suave del viento cuando acaricia el palpitar de la tierra; en ella se cultiva la esperanza donde emerge el jardín de las nubes cuando lloran; cuando roban de tus ojitos una lágrima para multiplicarla en cada rosa, que desliza sus pétalos para escribir en el rostro de la beldad la luz de tu voz translúcida como el líquido color de cada renglón al revés de la imaginación, en la cual comparto el sueño de despertar en tus brazos como la mariposa al volver a su capullo para sembrar en esta alma la escultura más fina hecha por los mismos ángeles ¿Por qué eres un angelito bello y tierno? Porque tu piel es el abrigo del frío cuando está triste; porque tu mirada es la cortina del cielo cuando la noche se tarda en llegar, para que el amanecer dure más en dormir. Duermo en mis sueños como todo un pastorscillo que la pasa escribiendo, descansando sobre el pasto. Me parece leer uno de esos poemas escritos por un tal, Etxe ¡Ah! Qué gracioso, soy yo. Esta noche se refleja en esta carta, y es sólo para ti, para un angelito bello y tierno, cuyo rostro inspira a la dulzura a existir.