Aquí, delante de ti...mirando como la brisa  juega con tu cabello...te cubre el rostro, así como las sonrisas cubren mi agonía.

Y te sonrío...y me sonríes...y vuelvo a ver y a sentir esa magia que me atrapa, que me hace desearte, y no sé si me quita o me devuelve el aliento.
Te escucho hablar y cada palabra que pronuncias es una melodía que me embriaga, como en aquella tarde que te conocí...y volví a revivir es viejo sentimiento de mi juventud lleno de intensa melancolía, cuantos recuerdos surgen hoy en mí, gratas vibraciones, alegres anhelos, ingenuas pasiones, leves tristezas de aquellos momentos que contigo viví.

Viejo sentimiento de una juventud, que por los años de ilusion plena, fuiste el faro en mi noche oscura, en cuyos rincones guardo secretos...que he transitado tantas veces.
Aquella tarde que entraste a mi vida, es hoy solo un viejo recuerdo...tan importante...tan inesperado...

Y hoy...aquí, delante de ti...te vuelvo a mirar por la hendija de esa herida que me cerraba, mire curiosa y llena de orgullo gemir tus pasos,  por un momento llegue a oír latir tu corazón y te tuve en mis manos, como quien logra atrapar de un puñado las gotas del rocío y las coloca en medio de los sentimientos al ladito de la razón.

Y alcance dicha eterna...logre tener para mí el secreto de tu pasión...

Hoy...desesperadamente grito, y mi angustia es tal, que me atormenta la idea de que me puedas escuchar.

Quiero hablarte...pero...no puedo, y quiero perderme entre el sol y la mar salada...al fin logro susurrarte algo en medio de la agonía de este miedo, que entro en mi vida con la certeza de quien sabe que no se va a ir jamás.

Mi mente se confunde, la desesperación se apodera de mi...nace de mis entrañas, invade mi razón y logra hacer añicos mi corazón. Y mi confusión es tal, que se esconde en mis sonrisas y se disfraza de carcajadas.

Pasa la vida...y mueren los sueños, y al final del día no tengo nada, solo recuerdos del pasado, a estas alturas de mi vida todo puede pasar...me aterra la expectativa de lo que puede venir, no tolero lo desconocido y me asusta la sorpresa.

Y...estoy aquí, sentada junto a ti, te miro y me parece que una leve sonrisa se dibuja en mi rostro...podría solo estar aquí...mirándote.
Y pasar el día, y transcurrir la noche, y yo mirándote...y solo por azar levantar la cabeza y tus ojos descubrir los míos mirándote...y entrelazarnos en un mundo mágico donde el tiempo se detiene al contemplarnos solo mirándonos...sin cruzar palabras.
Y tú pareces que hubieras pasado los límites de la realidad, de mi realidad, y...no combinamos, tu sueño y yo realidad...

Hoy es un día de turbulencias, de misterios, y estoy con el rostro triste, llena de la nostalgia del tiempo, de lo que pudimos ser y nunca fuimos, de los que somos y de los que no llegaremos  a ser,  con la sensación triste de estar viviendo un tiempo prestado.

Me abruma tu ternura y la magia de tus ojos que brillan en mi noche, y parecen hablarme en medio de la oscuridad de la penumbra...y estoy aquí pidiéndole a las estrellas que me arranquen tu recuerdo.

Y estoy aquí, ante ti,  y es que el destino no tiene disculpas, simplemente nos roba los sueños, y descubro que todo es real si estás conmigo.
Y trato de explicarme porque no reiré más con tus bromas, ni haremos juntos más travesuras, porque no despertare más entre tus brazos en las mañanas, ni respirare más tu aliento.

Como entender que ya no nos escaparemos del día para refugiarnos en la oscuridad de la noche, ocultándonos de los ojos mentirosos...corriendo y riendo a toda prisa...solos como dos locos.
Como entender que ya no viviremos esta historia, ni escribiremos nuestra realidad bajo las estrellas.

Si...rechazo la realidad y es que no es fácil vivir en ella, cuando todo lo consume el dolor.

Y sigo aquí, delante de ti, sin saber cómo decirte que me voy...que te dejo, que ya no habrá más amaneceres juntos abrazados entre las sabanas bajo el frio húmedo de la madrugada, ni sueños, ni vida, ni nada...

Dios como decirle que no veré mas esa sonrisa iluminar mi vida, ni besare más esos labios que me devolvían el aire...como entender que ya no me veré mas en tus ojos y que tu no sentirás mas el latido de este corazón.

Pero...solo, estoy aquí, delante de ti, y no te diré nada...solo te dejare pasar...para no verte jamás...

LLACELMA
Dic. 6/2012.