CAPITULO 2
"EL MILAGRO DE LA VIDA"
  La mujer entro en la habitación, era el hospital más importante de Ciudad de México, solamente una persona, sabía que estaba allí y que nunca contaria que ella se encontraba en aquel lugar. Cuando entro, observo a la silueta tumbada en la cama, estaba tan quieto y tranquilo, incluso, lo veía sonreir.
  Cuanto admiraba a aquella persona, había demostrado ser muy fuerte y había luchado contra la muerte y cambiar gracias al amor. Siempre había pensado que eso solo pasaba en las telenovelas pero a veces, la realidad superaba a la ficción.
  Ademas siempre le estaria agradecida gracias a esa persona había encontrado el amor, porque siempre valia la pena luchar por la persona que amas.
-MUJER: Bueno chico, es hora de que me vaya a desayunar ¿no crees? -Tú no te muevas de aquí ¿vale? -dijo en tono divertido.
  Salio de la habitación se dirigia al ascensor cuando un sonido la asustó.
ALTAVOZ: "CODIGO AZUL, CODIGO AZUL HABITACIÓN 215, CODIGO AZUL HABITACIÓN 215
 De repense te dio cuenta.
-MUJER: ¡Dios mío!, es la habitación 215 donde está...
 Dio media vuelta y fue hacia la habitación donde estaba la persona que debía proteger. Al llegar, vio a muchas enfermeras y médicos que entraban rápidamente en ella.
  Intento entrar pero no la dejaron por el cristal, vio que al paciente le estaban dando fuertes convulsiones, los médicos intentaron recuperarle con las placas de alta tensión, al final vio que se había quedado muy quieto, penso que aquello era el final, de repente, todo se había acabado la operación se habíha ido al garete.
  El doctor salio de la habitación y se dirigio a la mujer.
-DOCTOR:  Tranquila, recuperamos ya sus constantes vitales, le hemos suministrado un calmante para el dolor. La verdad es que esta muy grave, pero bueno, ya sabe debemos esperar.
-MUJER: Lo se, doctor, gracias. No sabe lo importante que es, que esta persona viva.
-DOCTOR: No se preocupe, estaremos atentos a cualquier cambio.
  El doctor se alejo y la mujer se dirigió a la cafetería, allí cogio un pincho y un café, subio de nuevo a la habitación y se sentó en el sillón, cuando termino de comer, cogio el teléfono y llamó, al otro lado de la linea una voz masculina contesto.
-HOMBRE: ¿Sí?
-MUJER: Hola cariño, ya se que no deberia llamarte hasta la noche, pero nuestro testigo ha tenido una crisi muy fuerte.
-HOMBRE: No pasa nada, pero ten cuidado pueden descubrir que estar ahí y ya sabes que la operación se pondrá en peligro ¿está bien?.
-MUJER: Sí ya lo han estabilizado pero menudo susto. Espero que no tenga más crisis, la verdad es que nos quedan muchos meses por delante, pero hay que tener paciencia. Bueno te dejo que estoy muy cansada.
-HOMBRE: ¿Has comido algo y has dormido un poco?, ya sabes que en tu estado, debes cuidarte más, un beso cariño, te echo mucho de menos, te quiero.
-MUJER: No te preocupes, estoy bien, además si me encuentro mal, estaré bien atendida ¿no crees? -dijo divertida, oyó una risa por el otro extremo de la línea. Yo también te quiero. Un beso amor.
  Y colgó el telefono.
  Mientras en el barrio, Carlos se encontraba en la casa del Duque, ahora vivia en ella, así lo habían hablado si les pasaba algo, el que sobreviviera, se quedaba con la casa.
  Estaba en la ducha, empezó a pensar en el Gitano, la verdad es que lo echaba mucho de menos, a pesar, de que habían tenido sus más y sus menos, pero siempre lo habían pasado bien, además echaba de menos sus bromas.  Decidió entonces que iba a ayudar a su familia se lo debía, le había salvado muchas veces la vida.
  Mientras alguien abrió la puerta de la habitación, pero Carlos con el ruido de la ducha no pudo oir nada, alguien entró y se dispuso a buscar en los cajones de la cómoda. Carlos salió de la ducha, se puso una toalla alrededor de la cadera y de repente oyo un ruido en la habitación, cogio la pistola rápidamente, había que estar preparada aunque las cosas parecian tranquilas, las apariencias a veces engañaban y sabía que algunos traficantes no querian aningun hombre del Duque por el barrio ya que hacían lo que querian, pero eso volveria a cambiar. Se acercó a la puerta y vio una sombra que caminaba por la habitación de pronto salio apuntando con la pistola.
-CARLOS: ¡Alto ahí ó disparo!
-JESSY:  ¡Ahhhhhhhhhhhh! estás loco, que soy yo.
-CARLOS: Joder Jessy, la loca eres tú, como se te ocurre entrar aquí. No estabas en el Club ¿qué haces aquí?.
-JESSY:  ¡Maldita sea!, pensé que no estbas, ademas tengo la llave me la dio el Duque la última vez que nos vimos, me dijo que se la cuidará por si alguna vez regresaban a España, Catalina y él, pero bueno, eso nunca ocurrirá así que he guardado algunos papeles del Club y necesito coger algunos ahora. Perdona si te he molestado.
-CARLOS: Tranquila, lo que pasa es que no te puedes fiar de nadie. Ya sabes como es este trabajo.
-JESSY: Lo sé, ¡oye, sabes que estas muy mono con esa toalla! -le dijo mirándole picaramente, como le atraía, ademas con esa toalla, la piel mojada estaba para comerselo.
-CARLOS: Es una pena que no hubieras venido cinco minutos antes, nos hubieramos duchado juntos ¿no te apetecería? -le dijo al oido cogiéndola de la cintura. 
  Jessy se imaginó en la ducha con él y un escalofrio le recorrió todo el cuerpo, ademas le encantaba estar cerca de él, respirar aquel aroma que le recordaba tanto al Duque.
-JESSY: Bue.. Bueno, ya tengo que marcharme, tengo que ir al Club ya sabes el negocio debe seguir ¿vas a ir por allí?
  Carlos se separo como la deseaba, siempre le había gustado, tenía que ser suya de una vez la convertería en su mujer aunque ella no quisiera.
-CARLOS: Esta bien, te soltaré -dijo con desgana- Sí ire más tarde, ahora tengo que hacer unas cosas, no te preocupes. A proprósito te invito a cenar ¿te apetece?.
-JESSY: No lo sé, no me fio mucho  de ti, puedes que te aproveches de mi y eso sería muy peligroso ¿No crees? -le dijo mientras le pasaba un dedo por su boca. Bueno me voy, adios, ya nos vemos.
  Carlos la miró divertido, la verdad es que era toda una mujer, sensual y con un carácter que le volvia loca -Serás mía, algún día seras mía, Jessy te lo juro -pensó en voz alta.
  Salió de casa y se dirigió a casa del Gitano y llamó a la puerta, la abrió una mujer vestida de negro.
-CARLOS:  Hola Rosa ¿cuánto tiempo? ¿Qué tal estas?
-ROSA: Hola Carlos, bien estamos bien. Gracias por todo, nos has ayudado mucho todo este tiempò, sino fuera por ti no sé lo que hubiera pasado. Venga entra.
  Carlos entró, la casa era muy humilde, pero esto iba a cambiar, tenía que sacarlos de allí
-ROSA: ¿Qué te trae por aquí?
-CARLOS:  He venido a ver como estabáis, ya veo que bien, pero también para proponeros un cambio de casa, una más grande y mayor, eso es lo que el Gitano siempre había querido y como compadre que era mío, se lo debo. Así que mañana recogeréis vuestras cosas y os vais a esta dirección -le dio un papel que Rosa cogió con lagrimas en los ojos.
-ROSA:  Gracias Carlos, eres un angel, de verdad, te lo agradecemos.
-CARLOS: ¿Dónde estan los niños?.
-ROSA:  Los dos pequeños, estan en la escuela, son muy buenos, pero en cambio el mayor, es igual que su padre, siempre se está metiendo en lios, no sé que hacer. No podrías darle un empleo o algo, por lo menos, sé que tú lo cuidarias mejor. Tengo miedo que un día, le pase algo, ¿lo harías?.
-CARLOS: Sí claro Rosa, lo cuidaré bien ¿dónde está?
-ROSA: Creo que está en la plaza trapicheando con sus amigotes.
-CARLOS:  Bueno voy a ver si lo veo y no te preocupes se que dara conmigo y lo cuidaré bien.
  Salió de allí y se dirigió a la plaza, allí vio a un chico de 19 años, era igual que su padre, estaba riendo, bebiendo, fumando con sus amigos. Se acercó a él, le apodaban "El Gitanillo".
-CARLOS:  Gitanillo, venga sube, tenemos que hablar.
-GITANILLO:  Hola tío, ¡Pedazo coche!, ¿Eras amigo de mi padre? ¿qué quieres? ¿Te ha mandado mi madre?.
-CARLOS:  Sí tu madre esta preocupada, pero sube que vamos a hablar.
  El Gitanillo subió al coche, sus amigos se quedaron asombrados, su colega se marchaba en un coche impresionante ¡Qué suerte!.
   Carlos le explicó todo, el Gitanillo aceptó de inmediato, era una oportunidad, por fin, trabajaría  a  lo grande cómo su padre, pero podría Carlos confiaba en su padre, pronto la averiguará.
  Jessy estaba en el Night Club cuando sonó el teléfono, era Moreno.
-MORENO:  Lo hhe pensado mucho Jessy y teneis razón yo sólo no puedo con todo esto, así que, de acuerdo, trabajaré con vosotros, pero también quiero una parte del negocio ¿vale?. Ya paso esta tarde. -colgó rápidamente, acababa de llegar Vane y no quería que se enterase.
-VANE: Hola guapetón, ¿con quién hablabas? ¿Me tengo que poner celosa? -le preguntó mientras lo abrazaba y lo besaba.
-MORENO:  Hola princesa, con nadie, era solo un cliente, me debe pasta. Estaba quedando con él para que me la dé. Todo esta bien, tranquila y tú ¿qué tal esta Catalina?.
-VANE:  Dios mío, Jose, estoy tan feliz, Catalina esta embarazada, va a tener un hijo del Duque, no es un milagro, la vi tan contenta, por fin, he visto algo de luz en su cara, una luz de esperanza. Espero que esto le ayude a luchar, tiene que salir de ese infierno. Pobrecita, me da mucha pena. Bueno y tú qué  ¿qué has hecho?.
-MORENO:  Nada, lo de siempre, ya sabes, bueno venga vamos a meternos en la cama que tengo muchas ganas de abrazarte y de besarte.
  La cogió por la cintura y la arrastró hacía la cama y se rindieron a la pasión que crecía por momentos.
  Catalina estaba en su celda, de vez en cuando se tocaba la barriga y pensaba que su hijo no iba a crecer allí, tenía que tomar una decisión tampoco, sabía cuanto tiempo iba a permanecer allí, el camino iba a ser muy duro y necesitaba el apoyo de todo el mundo, ahora si lucharía, lo haría por su hijo, por su Rafita.
  No muy lejos de allí, en el otro extremo del pabellón, había una reclusa que reclamaba venganza, tenía a muchas de las vigilantes compradas porque al igual que su hermano, tenía poder para manipular la gente aunque parecia una mosquita muerta, ella era peor que su hermano. Paso una de sus aliadas y la llamó.
-POLICIA: Dime Cortés ¿qué ocurre?
-ELENA:  Tienes alguna novedad de la Duquesita?
-POLICIA:  Sí se desmayo ayer por la tarde, pero creo que fue un simple mareo por no haber comido. No te preocupes si hay algo más te lo cuento. Gracias por los regalos de Reyes para mis niños, les encantaron.  Eres genial. -le dijo la vigilante, mientras se iba.
-ELENA:  No hay de qué,  ya sabes que mientras me informes de todos sus pasos no te faltara de nada -dijo con una sonrisa sarcástica.
  Odiaba profundamente a Catalina, ella había sido la responsable de toda su desgracia, había perdido a su hermano, el dinero y lo más importante su libertad.
  Fina había ido a ver a Catalina, cuando la vio aparecer, se dio cuenta que su cara, estaba más relajada y percibio una extraña luz en sus ojos. Cogió el telefonillo y la saludó cariñosamente.
-FINA: Hola, mi niña ¿cómo estas?
-CATA: Muy bien mama, he estado un poco indispuesta pero ya me encuentro mejor. ¿Qué tal todo? ¿Cómo va el taller?.
-FINA: Bien, la verdad es que Tomás ha sido muy amable y me lo ha dejado a muy buen precio, además la nueva colección esta gustando mucho ¿Y tú qué tal?.
-CATA: Me alegro mucho, mama que por lo menos algo de todo eso salga bien, te lo mereces, has trabajado mucho para poder conseguir lo que siempre has soñado. Ojala mi sueño. se hubiera cumplido, pero ya sabes ahora ya no es posible, aunque tal vez puede que se cumpla una pequeña parte de ese sueño.
-FINA: ¿A qué te refieres, Cata? ¿Acaso Martinez ha conseguido algo para poder salir de aquí?.
-CATA: No, de momento, no sé nada, pero hay otra cosa que ha ocurrido, mama soy tan feliz en este momento, estoy embarazada, mama, voy a tener un hijo de Rafa.
-FINA:  En serio, Catalina, mi niña, me alegro mucho -le dijo con lagrimas en los ojos- Ahora más que nunca debes salir de aquí.  En cuanto llegué a casa, llamaré a Martinez. No te preocupes, todo saldrá bien, mi niña. Te quiero.
-CATA:  Yo a ti también, mamá, pero prométeme una cosa , no se lo digas a nadie de momento, solo lo saben las chicas, a Martinez si se lo puedes contar pero solamente a él ¿vale?. Y también que si tardo en salir de aquí, prométeme también que cuidarás de él, no quiero que viva aquí ¿me lo prometes?.
-FINA:  Sí mi niña, no te preocupes yo cuidaré de él, para eso es mi nieto ¿no? bueno, cariño, tengo que marcharme. Cuidate mucho, vendré mañana.
-CATA:  No te preocupes no hace falta que vengas todos los días. Te quiero mucho, mamá. Un beso. Adios.
  Catalina se levantó y regreso a su celda,  mientras Fina salió de allí con un rayo de esperanza.  Llamó inmediatamente a Martinez.
-MARTINEZ:  ¿Sí? Hola Fina ¿Ocurre algo? ¿Está bien Catalina?
-FINA:  Sí muy bien, no te preocupes Salvador, sólo que ha ocurrido un milagro, por fin Catalina ha recapacitado y está dispuesta a luchar, así que ahora es el mejor momento para sacarle de ese infierno. Tienes que ir mañana sin falta, por favor.
-MARTINEZ:  Pero ¿Qué ha pasado? ¿Por qué ese cambio? la última vez, que la vi estaba muy baja y muy triste.
-FINA:  Salvador, está embarazada, Catalina va a tener un hijo de Rafa y esta dispuesta a luchar por él, así que esta es nuestra oportunidad.
-MARTINEZ:  Dios mío, Fina, me alegro un montón, por fin, ha salido algo bueno de todo este desastre. No te preocupes mañana sin falta  iré a verla.
  Mientras Carlos, estaba en el taller con Moreno, estaban ultimando los detalles de la operación, Jessy le había contado como el Gitano y ella habían planificado el negocio antes de que todo se desmoronáse.
  A Carlos le gustó la idea, sabía que Moreno era el hombre perfecto para seguir desde lo habían dejado.
-MORENO:  Gracias Carlos, por confiar en mi, la verdad es que esto me va a ayudar a saldar las deudas del taller.
-CARLOS:  No tienes que darmelas, eras un hombre del Duque y seguirás siéndolo, pero bueno, ahora que él no esta, yo soy el jefe.
-MORENO:  Lo sé Carlos, ya veras no te voy a defraudar. Bueno, comencemos la función.
  Las chicas subieron a los vehículos rumbo a la Costa, todo estaba bien planeado nada podía salir mal. Justo en ese momento llego Vane y vio a Carlos, se puso muy sería, no le gustaba verlo allí.
-CARLOS: Hola Vane ¿qué tal?
-MORENO:  Hola princesa -dandole un beso.
-VANE:  Bien ¿qué haceis?, espero que nada malo, después de todo lo que ha  pasado, no me gustaria que le pasara algo a Jose, me moriría.
-CARLOS:  No te preocupes, solo estaba comprando algunas piezas para mi moto.
-VANE: ¿Querrás decir la moto del Duque?
-CARLOS:  Sí hombre, pero bueno, el Duque ya no esta aquí ¿verdad? por cierto ¿qué tal Catalina?
-VANE:  Esta bien, a pesar de estar donde esta, pero bueno ahora hay una esperanza porque ella está ... -lo pensó y callo la boca, era mejor que por ahora nadie supiera nada del embarazo, podría ponerlos en peligro.
-CARLOS:  ¿Esta qué..., Vane?
-VANE:   Feliz, si está feliz porque Martinez se está ocupando de su caso y va a sacarla de allí muy pronto.
-CARLOS:  Me alegro mucho, Martinez es un buen hombre, ayudo mucho al Duque, lastima que todo saliera mal.
-VANE:  Lo sé, pero bueno ahora hay que seguir adelante, espero que Catalina pronto este fuera y estemos todas juntas de nuevo.
-MORENO:  Ya veras preciosa, como todo va a salir bien -le dijo mientras la abrazaba.
  De repente el telefono movil de Carlos, empezó a sonar, lo cogió y salió del taller.
-CARLOS: ¿Sí? ¿Quién eres? perdona, no te entiendo. No puede ser ¿de verdad, eres tú? ¿pero dónde estás? Dios, tio como me alegro. Aquí las cosas van como siempre, todo funciona bien, espero que nos vemos pronto.  No te preocupes te mantendré informado de todo. Adios.
  Carlos apagó el telefono su cara reflejaba, sorpresa pero también alegría. Algo había ocurrido y él estaba encantado.  Dentro de poco, todo sería igual que antes, la verdad es que lo deseaba, echaba mucho de menos aquellos momentos habían sido los más felices, a pesar de haber vivido malas experiencias pero otras fueron muy buenas.
¿QUIÉN HABRÍA LLAMADO A CARLOS? ¿Y DESDE DÓNDE?
CONTINUARÁ...