Intuía
entre la muerte y el dolor,


Música
continúa destruye el silencio,


Pintura
de polvo para mi crimen excelso,


La
misma porción respira en mi mente y mi cerebro,


Una
posición, un lugar, para llegar,


Un
claro oscuro que se asemeja a ti,


Viento
y felicidad,


Polvo
y agua,


Sobre
la ocasión de la inmensidad en tus labios,


Tu
rostro enamorado,


Alas
rotas del vacio intacto,


Y
miro tu corazón,


Y
obtengo la fe de la perfección,


En un
día falso,


El
roce de tus lágrimas recostadas,


En tu
mejilla sonrojada,


Alma
que no concibe el olvido,


Mi
mujer, mi camino,


Mi
marcha, mi espíritu,


Mi
llaga y mi resurrección,


Mi
interior destruido,


Humectado
con vino,


El
goce de la inspiración es más que la inmortalidad,


Mi
alma entusiasta y las celdas antiguas de mis ojos que miran,


Susurran
y olvidan,


Dan pauta
y sangran positivas,


El
sacrificio es lo mejor que hoy se ha otorgado,


Encerrando
en un núcleo y un rayo,


Eres
enigma inmaculado,


He
visto caer la sangre de la justicia,


He
visto llover tu mirada prolongada más de un día,


Y he
aquí somos la libertad en el sol de la tierra,


Somos
el amor de la oscuridad traída la luna,


Somos
el pecado envuelto de sabanas agitadas,


Y  nuestro amor no se conmemorara,


Solo
es el momento, valla escena,


Chicas
con jeans ajustados en el retrato,


Polvo
efímero,


Y mi
cuerpo cobijado con tierra de la vid colorada,


Es
magia,


Es
vida tan llena de muerte,


Tan
muerte saturada mi mente de recuerdos,


Estamos
aquí aun dentro,


He
respirado por tanto tiempo,


Entre
pinceladas inversas,


Amuradas
de oscilar en mi viejo cuadro de mi corazón,


Nada
nuevo, solo interino,


Preparado
el rito del próximo asalto,


Era
locura, o quizá solo el mar de arena turqués,


De
olas tan verdes como azul olvidado,


Fumador
empedernido,


El
camino no es la verdad,


La
marcha lo hace,


Y
todo lo que nos rodea,


Y
todo lo que nos hace,


Se
fuga entre el aro de hielo con tus mentiras de fuego,


Y no
somos más que libertad esclavizada en terciopelo de suelo,


En la
alfombra del desierto,


Mi
sed de conocimiento,


Mi
adquisición de sabiduría,


Se tranquiliza
en tu seno hacer el amor y trasformar un día vago en uno concreto,


Es un
concierto y sinfonía,


Hincando
los besos en el delirante aroma que enjuaga mi cetro,


Y
somos el cielo donde descansan nuestros deseos,


El
encanto donde actúa el tiempo,


Añoramos
como los viejos la sutil juventud,


De
cipreses enormes y fortalecidos,


Abrace
tu rostro y cree la oración........................................